ENBLANCO
Perversidad
YA hay fecha. A partir del próximo año los alumnos de la ESO con tres suspensos repetirán curso. Desaparece así la llamada promoción automática, una de las medidas más perniciosas de la ley anterior de catastróficas consecuencias. Una gran parte de la comunidad educativa había lanzado desde hace mucho tiempo la voz de alarma: se está igualando a la baja a los alumnos, incentivando la pérdida del hábito de trabajo, con unos niveles preocupantes de fracaso escolar. Muchos padres habían denunciado la perversión de la norma. Permitir pasar de curso por igual al estudiante brillante, trabajador y esforzado que al mediocre y vago estaba dejando a los chavales sin alicientes e instalando el pasotismo en las aulas. La ministra de Educación, antes de tomar la decisión, consultó a colectivos de todo tipo y en este punto concreto, independientemente de otros polémicos aspectos de la Ley de Calidad de la Enseñanza, la opinión, si no unánime, sí era muy mayoritaria. Personalmente, soy una firme defensora de reforzar en nuestros hijos valores como el esfuerzo y la superación personal, preparándoles así para afrontar las múltiples dificultades que se encontraran en el camino. En una sociedad descarnadamente competitiva la preparación académica es un elemento clave. Llegar alto y rapido a costa de lo que sea puede tener resultados espectaculares a corto plazo pero, desde luego, es solo pan para hoy y hambre para mañana. La educación sigue siendo y será un arma de futuro y desde luego con el futuro de nuestros hijos no se juega. Bienvenida sea la reforma en este punto aunque algunos pretendan sacar tajada partidista ¡allá ellos!.