Incertidumbre

LOS últimos datos que maneja la Asociación Hipotecaria dicen que la demanda de créditos creció en diciembre entre el 30 por ciento y el 50 por ciento y la mayoría de las concesiones fueron para las familias. En el Banco de España han saltado las alarmas no sólo por el elevado endeudamiento de las familias sino por el incremento espectacular del precio de las viviendas. Parece ser que muchos españoles, a la vista de los bajos tipos de interés, han amortizado sus préstamos para comprarse una casa mejor para lo que han alargado el plazo de devolución de sus hipotecas hasta 30 años. Y mientras el mundo inmobiliario sigue en la locura y los españoles endeudados hasta las cejas, se nos viene encima una situación de incertidumbre total. A nadie sorprenden ya los informes de los expertos: si hay guerra, la recuperación económica se retrasa. Entonces, desgraciadamente, aumentará el paro y las decisiones de inversión se retrasarán. A nadie se le escapa que este marco influye negativamente en la economía de las familias y que, por todo lo dicho anteriormente, muchos se pueden ver en la encrucijada de no poder hacer frente a su hipoteca a los otros créditos pedidos para compras de bienes duraderos, préstamos personales que también por la caída de tipos se han acumulado en las cuentas familiares. Ya estamos, por ejemplo, al igual que en 1990, con precios del petróleo que rondan los 32 dólares-barril. En definitiva, una situación delicada que depende de demasiadas variables incontrolables en este momento. Esperemos que no empeore la economía familiar y demasiados pierdan su casa.