Lo nunca visto

Millones de personas en la calle. Movilizaciones para la historia. Gentes de la fama y la cultura, hermanados con el vulgo anónimo en un mismo objetivo. Asombrosa lección de civismo. Una sociedad que pone firmes a los políticos belicosos. ¿Hay mayor espectáculo que éste? La respuesta es no. Entonces, salvemos las honrosas excepciones, que las hubo, y preguntemos: ¿Dónde pues estaban las teles que dicen que pesan? ¿Qué tiempos son éstos en los que se mira con tanta facilidad hacia otro lado? ¿No es ésta sino una versión más de la censura pura y dura a la que ya se había hecho funeral? Escuchamos por la radio lo que veíamos con el corazón. Como antes. Quizá fue mucho mejor.