Esperar y ver

Este es un viejo país que no olvida, que sabe todo lo que debe a los combatientes de la libertad, venidos de América y de otros lugares (...) Un país que quiere actuar de común acuerdo con todos los miembros de la comunidad internacional. Un país fiel a sus valores que cree en su capacidad para construir juntos un mundo mejor». ¡Qué envidia que estas palabras no sean de la ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, sino que correspondan a su colega francés, Dominique de Villepin! ¿Cuáles son las razones últimas, cuál es el precio que ha habido que pagar para que el gobierno español siga apareciendo ante la opinión mundial como el fiel lugarteniente, como el lacayo, del gobierno más belicista del planeta? Lo ocurrido con el «Prestige» ha hecho sin duda mucho daño a la credibilidad del gobierno del PP pero, en ese caso, se dieron unos elementos de fatalidad que, sin justificar los errores añadidos, introducen matizaciones relevantes y elementos paliativos en el juicio sobre lo ocurrido. Pero, en el caso del conflicto con Irak, llega a ser cada vez más difícilmente comprensible la tozuda posición del ejecutivo de Aznar que aparece como metido en un hermético caparazón en el que todo resbala. Y dentro del cual que se queda convertido en murmullo el estruendo de millones -millones- de personas que reclaman un cambio de actitud. Alguien del gobierno se lamentaba ayer de que desde la oposición se estén «manipulando» los buenos sentimientos de la buena gente... ¿Por qué no les preguntan a todos esos millones de personas que llenaron las calles de España si se sintieron manipulados? Últimamente da la sensación de que unos perversos hados se hubieran confabulado contra el gobierno actual de forma que, gracias a una suma de errores y de circunstancias imprevisibles, se está extendiendo una alfombra de terciopelo al actual líder de la oposición. A Zapatero parece bastarle con esperar y ver. Y se lo ponen cada vez más fácil. ¿A qué va Aznar al rancho de Bush este próximo fin de semana? ¿Seguro que no tiene una cita mejor? Que contemos con los Estados Unidos, con su gente y con su desbordante energía no significa que contemos necesariamente con Bush ni con sus planes que no hacen más que repetir un esquema de dominación ya conocido. Un sistema que no tiene nada que ver con ese mundo mejor que, dando palos de ciego, pero firmes y decididos, salieron a pedir millones de buenas gentes en las calles de España.