500 paletillas y 500 balas
No hay país como éste», solemos decir el fotógrafo y yo cuando algo nos sorprende, nos llama la atención, nos hace gracia o simplemente nos parece que, efectivamente, sólo puede ocurrir por estos lares. Viene esto a cuento de lo del Centro Galicia de Ponferrada y su tercera invitación al vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, para que se pase por la capital de la comarca a recoger la medalla de oro concedida hace un montón de meses. La visita de Rajoy se ha anunciado ya en dos ocasiones y, ¡agua!. Primero problemas de agenda y después la crisis del Prestige, impidieron la presencia del ministro. Ahora se le espera para el próximo día ocho de este mes, coincidiendo con la cena anual del Sábado de Piñata, y el presidente del Centro Galicia ha encargado ya para la ocasión quinientas paletillas de cordero confiando en que definitivamente a la tercera vaya la vencida. Más que nada porque los dos anteriores «plantones» del vicepresidente primero costaron a las arcas de esta institución 5.500 euros (casi un millón de pesetas) por las invitaciones cursadas a los otros políticos para la ocasión. La presidencia del Centro Galicia, sin embargo, no las tiene todas consigo y recela. Y espera con las paletillas de cordero en el arcón. ¿Y si antes del próximo día ocho estalla la guerra contra Irak y Rajoy tampoco viene? ¿Qué hacemos con medio millar de paletillas en el arcón? ¿Jugamos al qué apostamos a ver si de verdad aparece en el último momento? ¿Organizamos un churrasco en la plaza Fernando Miranda? ¿Las mandamos a los campamentos saharauis? ¿Esperamos en tensión a ver si a la cuarta le ponemos la medalla en la solapa y nos hacemos la foto todos contentos, sonrientes y felices? Comentábamos el otro día en la redacción que si en vez de tanto político, concedieran su galardón a escritores, pintores o músicos, seguro que no pasarían por estos apuros y además los comensales que acudiesen lo harían con mucha mayor convicción. Recuerdo, que en el 2001, cuando Juan José Lucas, entonces ministro de Presidencia, anunció a su vez que no acudiría a la cena del Centro Galicia para recoger la medalla de oro concedida -otro político más- un total de cincuenta alcaldes y treinta cargos públicos que habían anunciado su presencia anularon de repente su reserva y dijeron que compromisos ineludibles de última hora les impedirían acudir al ágape. «Nos la han armado gorda», dijo entonces el presidente del centro recordando que también habían encargado 500 paletillas de cordero. Y, hablando de otras cosas, más de quinientas balas van a necesitar los cazadores de La Cabrera para acabar con las aproximadamente 300 vacas asilvestradas que campan libre y salvajamente por los montes de la zona. Este pasado fin de semana ya habían acabado con unas cincuenta y a su vez la Asociación para la Protección de los Animales ha decidido llevar la «cacería» a la Unión Europea. Lo dicho, no hay país como éste.