Diario de León

«Mujeres para la demagogia» del PP

Publicado por
Inmaculada Larrauri y Olga Palacio, concejales del PSOE del Ayuntamiento de León
León

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Apunto ya de celebrar la fiesta de la «Mujer», el próximo sábado 8 de marzo, las mujeres socialistas nos hemos sorprendido enormemente ante la gran ignorancia que demuestra la presidenta de la asociación «Mujeres para la Democracia», Elena Bustillo, una persona que representa a las asociaciones conservadoras de mujeres, quien ha tenido el valor de afirmar en los medios de comunicación que «el PP ha sido la única formación política que ha ayudado a las mujeres mediante políticas activas, ya que antes de 1997 no había ningún plan ni medidas». Frente a estas declaraciones tan demagógicas queremos dejar claras varias cosas, primero por solidaridad con una mujer que debería ser referencia de un determinado sector de mujeres, en segundo lugar, por contribuir a su formación e información para que no caiga en el ridículo, y también porque no podemos consentir que se falte a la verdad desde una postura sumisa y con clara intención de dar coba a un partido político como es el PP, que ha sido el responsable de que el Instituto de la Mujer haya perdido contenido desde que está en el Gobierno. El primer Gobierno socialista, consciente de la desigualdad existente entre hombres y mujeres, y según lo establecido en nuestra Constitución, creó por Ley, en 1983, el Instituto de la Mujer, como organismo autónomo dependiente del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, con la finalidad de promover y fomentar las condiciones que posibilitasen la igualdad social de ambos sexos y la participación de la mujer en la vida política, cultural, económica y social. Si bien es cierto que este Instituto se reestructuró en mayo de 1997, cuando el PP llegó al Gobierno, quitando parte de su contenido, trasladando su sede al extrarradio, en contra de la opinión de las organizaciones de mujeres, y eliminando la revista Mujeres como órgano informativo y de participación de este colectivo. Desde la creación del Instituto de la Mujer, en 1983, y hasta 1993, podemos citar, cronológicamente, algunas de las actuaciones que de-sarrollaron los sucesivos gobiernos del PSOE: - Campaña para informar a las mujeres sobre su derecho a no ser maltratadas. - Creación de la primera casa-refugio para mujeres maltratadas. - Establecimiento de subvenciones a la contratación laboral de mujeres con responsabilidades familiares. - Despenalización del aborto en tres supuestos con la consiguiente reforma del Código Penal. - Puesta en marcha de un programa de atención y actividades para reclusas de los centros penitenciarios. - Aprobación del IPlan de Igualdad de Oportunidades, que planteó la modificación legislativa que corrigió todas las desigualdades que existían entre mujeres y hombres, además de promover medidas de acción positiva que nos igualasen en cuanto a la obtención de los mismos derechos de los que gozaban los hombres. - Eliminación de las diferencias existentes entre hombres y mujeres en la valoración de las indemnizaciones por lesiones de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales. - Elaboración de la Ley por la que se regula la incorporación de la mujer a las Fuerzas Armadas. - Ampliación del permiso por maternidad/paternidad a 16 semanas a través de una Ley en la que también se establecen permisos para adopción de menores, permiso por lactancia para la madre o el padre y se reconoce el derecho a un año de excedencia para cuidado de los hijos con reserva automática del puesto. - Tipificación de la figura del acoso sexual como atentado directo al derecho genérico a un trato digno. - Actualización del Código Penal para transformar los llamados delitos «contra la honestidad»que pasan a considerarse delitos contra la «libertad sexual». En esta misma reforma se incorpora una nueva modalidad de abandono de familia, consistente en el impago de prestaciones económicas establecidas por convenio o resolución judicial. - Acuerdo de los Ministerios de Educación y Ciencia y Asuntos Sociales para ejecutar una política de igualdad de oportunidades de las mujeres en materia educativa, tendente a evitar la discriminación por razón de sexo. - Campaña de los Ministerios de Sanidad y Asuntos Sociales de prevención de embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual. - Aprobación de la LOGSE, que prolonga dos años la escolarización obligatoria y gratuita y establece la necesidad de abordar la igualdad de oportunidades en los procesos educativos. - Inicio del Plan de Educación Permanente de Adultas. - Puesta en funcionamiento de más centros de información sobre sexualidad y planificación familiar. - Aprobación del IIPlan de Igualdad de Oportunidades (1993-1995), que planteó una serie de cambios cualitativos que tuvieron gran incidencia en las estructuras sociales, en las actitudes, comportamientos y formas de vida. Este Plan consiguió los cambios estructurales que permitieron a las mujeres su libre desarrollo y una participación activa en el mundo de la cultura, el trabajo y de la política. - Campaña contra la utilización de la imagen de la mujer en publicidad. Todas estas medidas son un mínimo resumen de la política socialista a favor de las mujeres, por eso, no podemos explicarnos las insensateces manifestadas por la presidenta de «Mujeres para la Democracia", aunque reconocemos, por otra parte, que es comprensible que Elena Bustillo manifieste tanta desinformación sobre todas estas actuaciones, porque durante esos años ella estaba demasiado ocupada practicando el transfuguismo político en el Ayuntamiento de León y no se enteraba de los cambios que se estaban produciendo en la sociedad española. Más triste sería que sí lo supiera y sus declaraciones actuales estuvieran dirigidos a hacer méritos ante los dirigentes de su partido. También queremos pedir a Elena Bustillo que empiece por corregir su «propia casa» situaciones que dejan mucho que desear, ya que no es la primera vez que Ana Botella, candidata número 3 al Ayuntamiento de Madrid por el PP y esposa del presidente del Gobierno, deja claro que no tienen ninguna sensibilidad hacia las mujeres con problemas, como cuando calificó de «caballero»a un condenado por acoso sexual («caso Ponferrada») y, por si esto fuera poco, ahora no se plantea el caso de la niña de Nicaragua porque según dice:«Es una cuestión tan, tan difícil, que es realmente una situación límite». Lo realmente bochornoso es ver cómo mujeres que tienen un determinado protagonismo en la vida pública española, hacen el ridículo de una manera tan espantosa que provoca la indignación de toda la sociedad, en vez de apoyar iniciativas defendidas por la ciudadanía como puede ser la Ley Integral contra la Violencia de Género, vetada y despreciada por la prepotencia con la que actúa el PPen el Parlamento Nacional.

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