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Amilivia a tus zapatos Sí a la guerra, contra... En favor de la caza Obras mal acabadas Centro educativo de Cistierna

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León

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Es, cuando menos, sorprendente que el señor Amilivia se atreva a criticar a Paco Fernández o a Zapatero por entrevistarse en Madrid con los empresarios leoneses para informarles de la política municipal que seguirá el candidato socialista cuando llegue a la Alcaldía de León. ¿Dónde se entrevistó, señor Amilivia, con Aznar para desayunar y hablar de la «cortina de humo» que va a suponer la famosa Escuela de Pilotos? Pues en Madrid. Pues si el presidente del Gobierno, que está haciendo política de «tierra quemada» en la política interior y exterior de nuestro país, quiere hablar de la Escuela de Pilotos que venga a León. ¿Lo entiende señor Amilivia? ¿O era trucada la famosa foto del Diario de León? Porque lo parecía.... Señor Amilivia, su política humana y social para los leoneses es, cuando menos, «casposa», antigua, reaccionaria e injusta. Claro, ha puesto muchos adoquines, muchas farolas, mucho hormigón, pero los leoneses son personas, y como tal debemos tratarlas. Así será a partir del 26 de mayo. Ánimo, Paco «Raquetas», y a devolver la pelota. Roberto Álvarez Revilla (Valladolid). Sí a la guerra contra este Gobierno que, desoyendo al pueblo, de la forma más servil que hayamos conocido, está siendo el hazmerreir del mundo que le pasará, tarde o temprano, factura por los miles de muertos inocentes a los que habrá contribuido. Sí a la guerra contra ese señor, cazador afanado que inaugura autopistas, puentes, líneas de trenes de alta velocidad que nunca llegan a su hora, a Dios gracias, que desoye consejos de técnicos, se le hunden las vías y podría causar un montón de víctimas por su prisa inauguradora, caciquil, electoral y ladradora. Sí a la guerra contra esos clérigos, fariseos, que, salpicados por la peredastia, el chapapote de los juegos con hacienda y el lagrimero del cepillo, se permiten el lujo de crucificar a niñas violadas, excomulgándolas; mira tú qué caso les harán. Contra esta gente, contra estos personajes, ¡sí a la guerra! Aquilino Laserna Perea (La Virgen del Camino). Ante las dificultades que atraviesa el mundo de la caza, de otra parte, el hecho incuestionable de que cada vez más la titularidad de un arrendamiento cinegético representa una pesada carga muy por encima de las satisfacciones venatorias que cabría suponer, se constituye ASCAL (Asociación para la Defensa de los Cotos, de la Caza y su Hábitat, en Castilla y León). Una sociedad que, sin ánimo de lucro, pretende la defensa de los titulares de terrenos cinegéticos, el cazador y la caza, a través de su concepción más pura, y como modelo de gestión de una actividad inigualable para el desarrollo rural mediante el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales. Por tanto, desde Ascal lucharemos sin descanso con el fin de devolver el protagonismo social y cultural que merece esta actividad ancestral. Para conseguir tal objetivo promoveremos acciones formativas y científicas, la presencia en medios de comunicación y, en consecuencia, lucharemos para erradicar el furtivismo, el uso del veneno y otros procedimientos prohibidos, incluso, no dudaríamos en personarnos como acusación particular, en aquellos juicios que afecten a nuestros principios constitutivos y atenten contra la naturaleza. Expuesta de manera sucinta nuestra línea programática, así como la firme voluntad de trabajar con denuedo en tan ilusionante proyecto, aprovecho encantado la ocasión para manifestarle nuestro más sincero deseo de colaboración en cualquier tema relacionado con los fines que persigue esta Asociación. José Luis Torío Conde (Presidente de Ascal) Daniel Domínguez llama al Teléfono del Lector porque dice estar «seriamente preocupado» por creer que algo raro debe de estar pasando con los constructores y las obras que últimamente se están realizando en León. «Como ejemplo me sirve la pasarela que se construyó hace ya 3 ó 4 años, que une Trobajo del Cerecedo con la N-630, que a los pocos días de inaugurarse por parte del señor Amilivia y unos cuantos políticos más, con la televisión presente y demás, a las pocas semanas pudimos ver -al menos los que la utilizamos a diario- cómo se estaba hundiendo, se estaban provocando unos baches tremendos y ahora está remendada con parches y con baches. Si vamos a la calle de Ordoño vemos que el adoquín que colocan deja mucho que desear; parece ser que no contaron con la ayuda de los romanos; ellos a lo mejor sí les podían decir cómo se hace porque, cada dos por tres, tenemos que sufrir los arreglos, se tiene que cortar el tráfico porque también se les hunde, etcétera. Y si hablamos de la Calle Ancha, es otro ejemplo... Pero hay más. El caso más reciente, y quizás por eso más alarmante, es el famoso tramo de autovía que nos han hecho, llamada Ronda Sur y que de momento no sirve absolutamente para nada porque no está acabada en su totalidad y no desahoga el tráfico que pasa por León. Quienes, como yo mismo, la utilizan, no sólo no ahorramos tiempo, sino al contrario porque como después va a desembocar en ese embudo que es otra vez la 630 a Trobajo del Cerecedo no hacemos nada. Pero, no contentos con esto, ahora va y se hunde. Como se puede comprobar estos últimos días en un tramo grande está cortado un carril porque lo tienen que parchear y van a intentar que se mantenga en pie. La verdad es que me preocupa seriamente cómo se construyen aquí las carreteras. Me pregunto si sólo se construyen para que algún ministro venga a darse una buena comida y de buen vino, a hacerse la foto de rigor y cumplir con las estadísticas. Javier Fernández López dice en su mensaje al Teléfono del Lector: «Cuando León se moja de nieve los profesores ya no acuden a sus puestos de trabajo. Y dejan sin clase a los alumnos. Hecho un recorrido donde trabajan más funcionarios queda constancia de que los únicos que faltan a su trabajo son ellos, porque los demás, tanto en el Ayuntamiento como en el Centro Médico, acudieron la mayoría de los funcionarios y los banqueros acudieron a su trabajo con las mismas circunstancias. Los profesores de aquí que trabajan en León acudieron todos en tren. ¿Por qué no hacen ellos lo mismo?».

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