La nueva Serfunle

A pesar de que, aparentemente, da otra sensación, la pseudo empresa municipal debe tener muchas dificultades para su normal desarrollo. Al menos eso se puede colegir a tenor del comportamiento de la Corporación Municipal de León que utiliza todos los medios a su alcance, no importa su clase y condición, para evitar que su teórica «joya de la corona» caiga como consecuencia de una sana y leal competencia. Veamos. Cuando los Servicios Funerarios se instalaron en Eras, la calle que les da cobijo, la Avenida de los Peregrinos, tenía una sola dirección, en lo que a tráfico rodado se refiere, y era la norte-sur. Pero no sólo eso, sino que al llegar al Puente de Martín Granizo la única salida para todos los vehículos era dirección Pinilla. Este inconveniente, cualquier empresa lo hubiera tenido que soportar, pero evidentemente Serfunle no tenía porqué al no estar sujeta a las normas de todos. ¡Faltaría más¡ ¿Solución? Convertir la calle en doble circulación y, además, inventar y construir una rotonda nueva, no prevista con anterioridad, porque tampoco lo estaba que Serfunle fuera a parar a su actual ubicación. Y para terminar de adornar la situación, ya recientemente, colocamos una avioneta en el centro, que decora mucho. Y todo para que Serfunle no tenga dificultades. En el Polígono de las Eras de Renueva, hemos asistido recientemente a la inauguración de un nuevo Ambulatorio de la Seguridad Social. Un magnífico edificio, suponemos que excelentemente dotado, y que se debe corresponder con las necesidades de la zona. Este hecho en sí mismo sólo puede provocar aplausos y felicitaciones. Pero he aquí que, seguramente nadie se ha dado cuenta, se encuentra justamente al lado, pared con pared, con el edificio de los Servicios Funerarios Municipales. Han unido, emparejado dos actividades absolutamente dispares, diríamos que antagónicas, ¡vaya¡ de las de alarma social. El Ambulatorio ha llegado después, eso está claro, pero aseguraría que la adjudicación de la parcela fue anterior a la de los Servicios Funerarios, aunque la ejecución de la obra haya sido posterior. Al Ayuntamiento de León le ha dado exactamente igual, aun sabiendo que al lado se construiría el Ambulatorio y que con ello se herían sensibilidades. Lo que realmente les interesaba era el valor geoestratégico del lugar donde se han situado. Un valor realmente incalculable ya que es la parcela de su propiedad que está mas próxima al Tanatorio Los Jardines. Se podría haber puesto en el centro, en el sur o en el este de la ciudad, pero entonces no se habría perjudicado a Los Jardines. Y de esto es de lo que realmente se trataba. Si perjudicas a Los Jardines, sin duda, beneficias a Serfunle. No hay otra alternativa. La verdad es que a los Servicios Funerarios Municipales los han metido con calzador en Eras. No pudieron disponer de espacio para aparcamientos, ni para cafetería, ni para sala de autopsias, ni para algún etc. que otro. Pero el objetivo era claro, estar cerca de Los Jardines para intentar hundirlos, indecentemente. Y es que no había otra parcela que reuniera mejores características. Dos preguntas muy sencillas. ¿Una empresa privada hubiera logrado poner un tanatorio en una zona residencial de reciente creación? ¿Y junto a un Ambulatorio de la Seguridad Social? Hubiera funcionado sin duda alguna la llamada alarma social. Y si no hubieran forzado la situación para que se produjera. Podemos observar que se están construyendo unas importantes instalaciones, que se destinarán a cafetería, en la orilla izquierda del río Bernesga. Nos habían «vendido» que lo que se estaba pretendiendo era adecentar las márgenes para ornato, uso y disfrute de la población. Pues parece que exactamente no es así. ¿Una cafetería en la ladera del cauce? No parece que tenga mucho sentido. Es un caso único. ¿No hay establecimientos suficientes en la zona? Pero, fíjense, da la casualidad que se encuentra justamente frente a los Servicios Funerarios, que, también da la casualidad, carecen de ese servicio dentro de sus instalaciones. Se está utilizando suelo público, en el cauce de un río, para poner una cafetería que, seguramente, su explotación será concedida mediante un concurso público, que, como dice el rumor de la calle, ya sabemos todos como se va a desarrollar y quien va a ser quién se lo lleve. Y todo para beneficiar exclusivamente a su Serfunle. Para redondear el repertorio también se están construyendo unas pasarelas peatonales sobre el río Bernesga bajo la pomposa disculpa de «comunicar los barrios». León no tendrá muchas cosas que tienen otras ciudades, tendrá otras carencias, no estaremos a la altura en muchas materias, pero en pasarelas peatonales no sólo ganamos a Nueva York, París o Londres, sino que Amsterdam y Venecia se van a ver en serias dificultades para conservar su primacía. Se han podido hacer unas pasarelas, en el caso que fueran necesarias, como las que existen entre el puente de San Marcos y el de los Leones. O las que hay entre este y el puente de la Plaza de Toros. Pero no, son demasiado sencillas y, aunque cumplirían perfectamente, tendrían el defecto de que serían más económicas. La realidad es que había que beneficiar, una vez más, a Serfunle. Una de ellas conduce justo a la cafetería, que, justo está frente a Serfunle. ¿Por qué? Sencillo. Hay que conseguir que los vecinos del otro lado del río lo tengan muy fácil para llegar a Serfunle. Construida ésta hay que hacer otra similar, aguas arriba, para disimular las verdaderas intenciones y cuadrar estéticamente el proyecto. Y, por si todo esto no fuera suficiente, hay que explicar que está convocado un concurso público, al que, por cierto, muy democráticamente se nos ha vetado concurrir, para la privatización del 49% de los servicios municipales y que se fallará muy próximamente. Por cierto, otro 49% más que se va de León, ya que, con toda seguridad, la empresa agraciada no pertenecerá a esta provincia, ni siquiera a la comunidad autónoma. Por ello todas las actuaciones que se están llevando a cabo deben hacerse antes de esa privatización, ya que después «la nueva Serfunle» tendrá capital público y tendrá capital privado. Es decir, se están facilitando las cosas antes de ¿, para que la empresa mixta que resulte después de ¿, lo tenga todo mucho más sencillo y pueda abusar más legalmente. Dicho de otra forma, se ponen bienes públicos, márgenes del río, terrenos, cafeterías, aparcamientos, etcétera, para beneficiar al capital privado foráneo que al Ayuntamiento de León le interesa. Y para perjudicar, lógicamente, al capital local que le hace la competencia decentemente. Hasta el propio cementerio de la capital, propiedad municipal, será manejado por ese nuevo concesionario. Todo ello conduce, sólo y exclusivamente, a intentar estrangular y barrer del mapa, a cualquier precio, indecentemente, a la única competencia que tienen: el Tanatorio Los Jardines. Al Ayuntamiento de León no le gusta jugar con competencia. Prefiere estar solo, en plan monopolio, para así poder ejercer mejor su autoritarismo. Obvian las normas básicas de la concurrencia, la libertad de empresa, y a ello dedican todos sus esfuerzos. Justamente lo contrario que exige la Unión Europea, pero eso ¿a quién le importa ?