Un centímetro

Nadie le regaló a Manuel Martínez ese centímetro que constituía la distancia entre la gloria y la decepción. Ese centímetro «a mayores» es el símbolo de lo que es capaz la constancia y el espíritu de superación. Cosas ambas que nadie puede negarle al atleta leonés. Y esa es también la lección más importante que deja entre las generaciones más jóvenes de leoneses que disfrutaron con sano orgullo de la gesta. Un campeonato del mundo no está al alcance de cualquiera; estos oros tienen muchos quilates. Es hora pues de compartir la alegría. León ya tiene un campeón mundial. León rugió en Birmingham en la garganta de Manolo Martínez. Enhorabuena, campeón.