El futuro de la lucha leonesa Los «uniformados», al cuartel La importancia del calor humano Ni glamour, ni vergüenza Escalones imposibles en los autobuses

Yo soy de los que creo que en León con la lucha leonesa tenemos lo que nos merecemos ¿Qué tipo de presión se hace a organismos e instituciones para que apoyen? ¿Qué presión se hace a la Junta Directiva de la Federación para que se larguen? Una Federación prácticamente inoperante fuera de seguir haciendo siempre lo mismo del año anterior. Unos dirigentes inválidos é inválidados como se les ha calificado en esta tribuna de Diario de León. Precisamente quiero agradecer a Diario de León por esas charlas y coloquios sobre la lucha leonesa que organizó en recientes fechas. Me congratula sobre todo que ponga el acento y el énfasis en el futuro y en la promoción de este deporte con sentido moderno. Es nuestro primer deporte leonés y se merece que todos apuesten por él y se vuelquen con él como lo ha hecho este periódico. Que cunda el ejemplo y desde todos los frentes y a todos los niveles. Muchas gracias. Miguel Ángel R. Roces (Trobajo del Camino. Hace solamente unos días que apareció en la televisión, el presidente venezolano Hugo Chávez, con un crucifijo en su mano y dirigiéndose a su pueblo, con su creada Ley Bolivariana. Quedé tan espantada de lo que vi, que trabajo me ha costado creerlo, me pareció un retroceso de cincuenta años, en el sistema de libertades del pueblo venezolano, si éstas han existido alguna vez y este querido pueblo ha podido disfrutarlas. Para dónde mira el pueblo yanqui y porque no el europeo, con la mayoría del pueblo de Venezuela en las calles, pidiendo que el dictador se vaya del país y que adelante las elecciones, que les permita entrar en el pleno estado de derechos y libertades, pues parece, y el tiempo lo corroborara, que no, que el uniformado sigue y seguirá si nadie lo remedia, con su prepotencia, sin dignidad y mandando a las Fuerzas Armadas contra su propio pueblo, como si nada hubiera ocurrido en las calles de Caracas . ¿Cómo se llamaría esto en un país democrático? a mi modesto entender pura y dura dictadura, que en pleno siglo XXI, no deja de ser mas que cruel. Esto creo no cabe en la sociedad en la que vivimos, pues de seguir así, empobrecerá a los ciudadanos más y más y llevará a este noble pueblo, a la dinámica de dictadura y pobreza que ya envuelve a otros países sudamericanos. Podríamos establecer desde aquí un eslogan, y publicarlo a los cuatro vientos de las calles de Caracas y de todos y todos los pueblos que desean que sean respetadas su libertades y necesidades: «dejen el poder en manos del pueblo», y que sean ellos, los que elijan su sistema de gobierno y a su presidente en libertad. Retírense a sus cuarteles, «uniformados», y pongan en manos del pueblo lo que le han arrebatado: la libertad. María P. Herrero (León). Hospital Virgen Blanca. Planta décima. Habitación trece. Día seis de febrero. A las 4,30 de la tarde fallece mi madre. Aquel golpe tan fuerte, imposible de comprender y aceptar, me hizo conocer a un grupo de médicos y enfermeras que, a su eficiencia en el trabajo, sabe unir un gran calor humano. Tanto el doctor Carbonell, como el equipo del doctor Félix Fernández, informándome en el pasillo sobre la evolución de la enfermedad de mi madre, sin esperar a los días y horas asignados para ello. ¿Y qué decir del doctor García Tuñón que la asistió en sus últimos momentos? Qué difícil darme la noticia ¿verdad? Sin embargo, le sentí tan próximo, tan humano... ¿Y las enfermeras? Ante mi desconsuelo me llevaron junto a ellas, me cuidaron y acompañaron como si de amigos o familiares se tratara. Gracias. Gracias por todo. Deseaba haber mandado mucho antes esta nota de agradecimiento pero... me faltaban las fuerzas al evocar de nuevo aquel terrible día para mí. Hoy, aquí estoy. No quiero que pase ni un minuto más sin expresarles mi cariño y gratitud. Mary Paz Arroyo Palacios (León). María Albita Oliveira Lorenzo dice en su mensaje:«Estaba leyendo el Diario de León y hay un artículo escrito por Rafael Torres titulado Hotel Glamour. Menos mal que encuentro a alguien con cabeza en este país porque, de verdad, tiene toda la razón en todo lo que pone. Es una vergüenza la televisión que nos están poniendo y lo peor de todo no es eso, lo peor es que estamos educando a nuestros hijos para que cuanto más golfos sean mejor puedan vivir, o eso por lo menos es lo que piensan ellos. Porque miren ustedes, yo me pongo a ver la televisión en mi casa y es que es de auténtica vergüenza. Les digo a mis hijas si no les da vergüenza ver eso y ¿saben lo que me contestan? «sí, pero estos ganan dinero por hacer el gilipollas, y nosotras tenemos que trabajar como burras, todo el día limpiando para podernos ganar cuatro pesetas». O sea, que al fin y al cabo no les estamos enseñando nada a nuestros hijos. Según dicen mis hijas, yo es que soy algo rarilla y entonces, como soy algo rarilla, esas cosas no las veo y ¡bueno! la ventaja que tiene el televisor es que, cuando no interesa un programa, lo apagas y punto. Pero la verdad es que siento vergüenza ajena». María Agustina Muñoz Alonso llama al Teléfono del lector diciendo: «Mi mensaje va dirigido a los autobuses de León. Está muy bien que se pongan más líneas de autobuses. ¿Por qué si han cambiado algunos autobuses no han cambiado el de la línea 2? Ese precisamente es el que debían cambiar porque viajan muchas personas mayores por estar la Residencia. Está tan alto el escalón para subir y bajar que nos cuesta mucho trabajo. Por favor, soluciónenlo, gracias».