De no ser por ellos

NADIE sabe cuál sería la renta del español medio si no hubiese tanto golfante. En la renta per cápita están incluidos los que la disminuyen para los demás. Son muy numerosos, además de bastante trabajadores: se pasan el día y parte de la noche cambiando las cosas de sitio, o sea, robando. Los mejores ladrones son los que no conocemos, ya que cuando alcanzan notoriedad es porque han cometido algún fallo. Ahora el Tribunal Supremo ha condenado a tres años y cuatro meses de prisión a «los Albertos» por delitos de estafa y falsedad en documento público. Los extraños siameses unidos por sus gabardinas de exhibicionistas engañaron a sus socios en la venta de las torres Kio, el asunto que dio más que hablar, exceptuando el de las Torres Gemelas. «Los Albertos» son primos, pero quizá los son más los que dejaron de recibir los 24,55 millones de euros que les correspondían. Tanto Cortina como Alcocer iniciaron su carrera tras el dinero al casarse con las hermanas Koplowitz -cada uno con una-, y les cegó la ambición, pero no hasta el punto de que lo perdieran de vida. Intentaron el asalto al Banco Central, quizá porque sabían, como Bretold Brecht, que «hay una cosa peor que atracar un banco: fundar un banco». Alcanzaron mucha fama consorte y fueron imprescindibles en ese «todo Madrid» formado por trescientas personas. El presidente Aznar les invitó a la suntuosa boda escurialense de su hija, que quizá no fue una prueba de su acreditada austeridad castellana. Al contrario de lo que le ocurre a mi querido Jaime Capmany, hermano mayor de la cofradía de la columna, que no sabe si «los Albertos» son dos personas distintas y un solo estafador verdadero, yo creo que «los Albertos» son lo menos siete, como los niños de Écija. Sólo dos de ellos han sido desalojados de la presidencia del Banco Zaragozano, así que cuando se sienten en el banquillo para responder de los delitos que la Audiencia de Madrid declaró probados, al mismo tiempo que prescritos, cinco de «los Albertos» quedarán en libertad, en perjuicio de la renta nacional.