Cobardía política
La cercanía de las elecciones y la polémica sobre la Fundación Villalar han puesto nerviosos a PPy PSOE tanto en León como en la propia comunidad. Parece, por triste que resulte, que antes de los comicios no se pueden debatir asuntos políticamente espinosos y eso ha provocado posturas de poca o ninguna valentía al respecto. Han sido cobardes los grupos popular y socialista en la Diputación, incluido Miguel Martínez, retrasando el debate hasta después de los comicios autonómicos. ¿Es que la postura del PPy del PSOE de León sobre la fundación cambiará después de las elecciones? ¿Si no es así, por qué tanto miedo a debatir públicamente el asunto en el pleno de la Diputación tal y como se hizo en el Ayuntamiento? También ha estado poco valiente y poco sincero el presidente de la Diputación, José Antonio Díez, que aseguró en el pleno que la retirada del punto sobre Villalar del orden del día se realizaba por los «efluvios» de la UPL. La realidad es que desde su propio partido -posiblemente el que será su sustituto- se le «persuadió» para que retirara el polémico punto del orden del día. En caso contrario, el PPhabía pactado con el PSOE que éste último partido pidiera que el asunto quedara sobre la mesa. La propuesta socialista contaría con el voto favorable de los diez diputados del PPque no apoyan a Díez. Lo curioso es que en la comisión en que se debatió previamente el tema, que se convocó por orden expresa de Díez, el PPhabía votado a favor de integrarse en la fundación, pese a que privadamente la mayoría se postula en contra. Nueva cobardía. Tampoco ha estado especialmente valiente el candidato del PSOE a la Alcaldía de León, Francisco Fernández, quién ha pasado de puntillas sobre Villalar y no ha querido posicionarse en la brecha abierta entre el PSOE regional y el provincial. Es cierto que Fernández debe buena parte de su posición política a Villalba, pero también lo es que él es el principal beneficiado, al menos electoralmente hablando, de la postura de Martínez y Llorente de abierto rechazo a una fundación en la que muy pocos leoneses creen.