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Publicado por
Pedro Calvo Hernando
León

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Habrá mucha gente que piense que Rodríguez Zapatero, en la entrevista de Antena-3, se ha pasado de bondad, magnanimidad y esfuerzo rogativo hacia el presidente Aznar, en su afán de que haga algo que contribuya a parar esta guerra. A mí también me lo ha parecido, pero sé que nada ni nadie le va a cambiar. La verdad es que eso no le ha ido mal precisamente, pero podría haberle ido mal, a la vista de cómo le pagan tanta moderación y tanta bonhomía. Zapatero estuvo pidiendo, casi agónicamente, a Aznar que diese un paso atrás en la guerra, en el camino de sacar a España de ahí y de influir ante el todopoderoso Bush para que ponga fin a esta locura. Y lo hizo en parecidos términos a la resolución que el conjunto de la oposición había defendido horas antes en el Congreso, en la sexta edición de la dramática soledad parlamentaria de Aznar. Y no perdió la compostura ni siquiera a la vista de las innumerables preguntas-trampa que le tendió el entrevistador, al que -sin embargo- se veía con muy poquita convicción. A los defensores de la guerra en este país se les están acabando los argumentos, si es que alguna vez los han tenido, pues ya recurren a razones y a comparaciones absolutamente patéticas y fuera de lugar y de contexto. Es aquello de que ven la paja en el ojo ajeno y no ven la viga en el propio, como ya denunció Jesús de Nazaret hace veinte siglos no demasiado lejos del escenario de esta guerra ilegal, injusta, inmoral, innecesaria, desproporcionada, desestabilizadora, cruel, asesina y que ya me atrevo a calificar de genocida, tras los sucesos de la última semana. Y lo que tampoco deberíamos tolerar es la indecencia y la obscenidad de los especuladores de la posguerra, si es que hay posguerra alguna vez, esos cálculos empresariales y económicos que se trazan sobre la sangre de tantos inocentes. Hablando de crispación, posiblemente esa es una de las cosas que más crispan a la opinión pública, a ese 91 por ciento de los españoles que condena esta guerra y a sus promotores y artífices.

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