Promesas de paz
De no producirse una auténtica hecatombe, la guerra podrá quedar resuelta en unos días, un mes en total. Si fuera así podría hablarse de un éxito no solamente bélico sino político. Los costos humanos de la intervención, a pesar de los errores de las armas inteligentes, habrían sido los menores. Pero este escenario aún podría mejorar si la coalición anglo-americana llegara a descubrir arsenales de armamento de destrucción masiva. Vendría a demostrar que las acusaciones a Sadam Huseín tenían fundamento. La verdad es que el hallazgo de tres mil trajes ad hoc habría sido algo más que un indicio. Por lo mismo que hay que reconocer el éxito militar de la coalición, hay que denunciar los errores de franceses y alemanes. A su insensata actitud en las conferencias europeas y, por lo que respecta a Francia, en el Consejo de Seguridad, hay que sumar ahora el oportunismo. Mientras norteamericanos y británicos luchan en Irak, Chirac y Schroeder se alinean retóricamente junto a los buenos. Los dos y sus ministros de Exteriores, Villepín y Fisher, quedarán para la Historia como ejemplos de insolidaridad en un momento crítico para el mundo occidental. Precisamente los representantes de los dos pueblos que, con el italiano, fueron liberados del nazismo gracias a la intervención americana. ¿Olvidarán los miembros de la coalición militar el comportamiento de estos?. De momento, Colin Powell ha propuesto en Bruselas que la Otan será la encargada de la seguridad de la zona. De esta experiencia saldrán algunas otras conclusiones en relación con la seguridad trasatlántica: la Unión Europea deberá afrontar de una vez por todas o bien un sistema defensivo propio o una distinta forma de contribución a la Alianza. Pero, sin duda alguna, el coste mayor para Francia y Alemania va a ser la disolución del llamado eje como elemento decisivo en la ampliación de la Unión a 25 miembros. El entendimiento de la periferia (Gran Bretaña, España, Portugal, Italia y Dinamarca) y los países del Este (especialmente Polonia, Hungría y la República Checa) van a despejar las ansias hegemónicas de los fundadores y van a establecer una relación distinta entre ellos y en relación con el amigo americano. Todos estos serán algunos de los efectos de la guerra de Irak al margen del objetivo que la motivó: la eliminación de una tiranía, el control de una zona vital para el mundo y la búsqueda de una solución definitiva a la guerra árabe-israelí. ¿O habría sido posible pensar en el mantenimiento de los dos Estados, el israelí y el palestino, ante la presencia de Sadam y la vigencia del terrorismo islamista?