Vida después de los 50
Manuel Lorenzo, el famoso «abuelo Porretas», al que ahora se sigue escuchando en las ondas radiofónicas gracias a La Rebotica, dice frecuentemente, en ejercicio del baloncesto social que practica como nadie: «usted no cumple años, acumula primaveras». Acumular primaveras es algo bueno, sano y con futuro. Lo malo es no hacerlo. Lo dice Rosa Villacastín, en su reciente libro Hay vida después de los cincuenta, que he leído con fruición, pero que me ha dejado a medias, porque sólo habla de las mujeres y yo esperaba que lo hiciera también de nosotros. Pero pesa más lo bueno y el acuerdo: hoy una mujer de 50 puede ser más bella, más lista, más preparada y más inteligente que dos de veinticinco juntas. Cincuenta primaveras acumula también, en otro orden de cosas, un programa de radio, el programa deportivo por excelencia. «Radiogaceta de los Deportes», de Radio Nacional de España. El deporte y sólo el deporte. La información pura con toques de opinión. Todos los deportes y no sólo el fútbol. Construir y no destruir. El respeto frente al insulto. El rigor contra la desinformación. El espíritu olímpico frente a las agresiones antideportivas. Deporte para todos los españoles, sin colores fijos, haciendo piña. La selección de todos. «Radiogaceta de los Deportes» es la muestra de que se puede hacer buen periodismo serio sin tremendismos de salón, sin plegarse a nadie y que esa información es respetada, seguida y aplaudida durante cincuenta años. Y lo que queda. Quien no podrá acumular más primaveras es Chumy Chumez, un genial humorista, tierno, niño, ácido, independiente y perspicaz que se ha ido sin hacer ruido y nos ha dejado para siempre. Nunca se casó con nadie, ni siquiera consigo mismo. Nunca se vendió a nadie, porque siempre fue lo que quiso ser. Alguien ha escrito que «ha hecho muy mal en morirse, porque ahora los humoristas son más necesarios que nunca». Tiene toda la razón.