Atenas mira a Mesopotamia

RENTE a Mesopotamia, cuna de la civilización, Atenas inventa el racionalismo, el argumento encordelado que vertebra la lógica, y ahí, ante la lógica, se rindió hace siglos Oriente, con sus intuiciones, sus simbolismos, sus emociones creativas/destructivas, su forma profesional de hacer al hombre ir y venir a lo largo de la Historia. En Atenas se reunía ayer un sector del Occidente racionalista con la mirada puesta en el Oriente Próximo, donde las dictaduras generan dinastías sucesorias y la democracia goza de un prestigio moderadísimo, lo que resulta raro. Ya ha acabado prácticamente la guerra contra Irak y ahora se trata, antes de reconstruir el país parcialmente derruido, de solventar los desencuentros entre los países vencedores y los que se han limitado a aplaudir la victoria, incluso criticándola. En Atenas ha hecho la UE un intento en este sentido, al alcanzar el acuerdo ineludible, aunque no pueda ser decisorio, de que las Naciones Unidas recuperen su prestigio como referencia de la legitimidad internacional, convirtiéndose en protagonista central de la reconstrucción iraquí, mientras Europa se considera con derecho a tener un papel destacado en la posguerra, que será tanto o más compleja que la guerra en sí. José María Aznar ha intervenido muy directamente no sólo en los contactos internos de los Quince, sino que ha arrancado al presidente sirio El Assad la garantía, eso sí, política, de que Siria está en contra del terrorismo y a favor de la estabilidad en Oriente Medio. Y para demostrar que en Aznar tiene Siria un amigo, el presidente envía el próximo domingo a Damasco a la ministra Ana Palacio, lo que, dada la ofensiva verbal de la Administración Bush contra el régimen sirio, podría mejorar la dañada figura de España en algunos países islámicos, por el apoyo al belicismo de Bush. Anoche estaba programada una audiencia de S. M. el Rey a Aznar para ser informado en el palacio de Marivent de la cumbre de Atenas y de todo lo relacionado con el Irak post Sadam, y la información del presidente debió ser en algunos aspectos más esperanzadora de lo que hubiera sido hace sólo unos días. Pero el racionalismo de Occidente parece desconcertarse en la ambigüedad emocional, intuitiva y simbolista de Oriente Medio, como reflejan tantos sucesos en Irak, donde la muerte sigue prendida al cruce de disparos y nadie sabe quién representa a quién. Va a ser difícil encauzar Irak por vías de convivencia razonable, aunque España va a colaborar activamente en las tareas de que esa convivencia llegue a ser posible. Ayer lo anunció Aznar, al decir que el contingente español enviado al Golfo será remodelado para cumplir misiones de seguridad.