Diario de León
Publicado por
Fernándo Ónega
León

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Jordi Pujol piensa que al gobierno central le está saliendo una vena centralista; que existe en su seno una tendencia tan irrefrenable como imposible a la uniformidad; que no sólo quiere dar por cerrado el proceso autonómico, sino dar marcha atrás. Y eso produce desazón entre nacionalistas. Ahora que sueñan con reformar los Estatutos, el Gobierno central muestra su cara más «uniformista». La última prueba, la norma que impone cuatro horas semanales de enseñanza del idioma español en Primaria, y tres en Secundaria. Mientras los nacionalistas lamentan este paso, otros ciudadanos lo celebran. Son los que escriben a los periódicos a quejarse de que sus hijos no aprenden castellano. De hecho, hay mucha gente que piensa que si este idioma sobrevive en las comunidades bilingües, no es por el sistema educativo, sino porque es utilizado por el cine, los periódicos y la mayoría de las emisoras de radio y televisión. Lo ideal sería que se impusiera la lógica y el pragmatismo: el castellano es el idioma común, por tanto debe ser estudiado; es el idioma de 400 millones de personas en el mundo, por tanto es asignatura prioritaria; es idioma de rica literatura, por tanto es útil dominarlo. Pero «no toca» esa forma de entenderlo. Ahora «toca» usar el idioma autóctono como expresión de identidad. «Toca» rechazar el castellano o ensalzar la lengua propia como forma de militancia. Y ese es el obstáculo que encontrará la reforma de Pilar del Castillo que no podrá evitar este sambenito: trata de imponer la lengua española. El Estado trata de imponer un idioma sobre los demás. Y todo lo que nace impuesto está llamado a suscitar algún rechazo social. Importan poco las razones; importan los sentimientos. Personalmente, entiendo que, si hay que obligar a la enseñanza del castellano, es que no tiene tanta fuerza como parece. La sociedad no lo considera tan necesario. Porque, si se palpara la necesidad social, el Estado no necesitaría hacer una ley para imponerlo. Nadie tuvo que imponer, por ejemplo, la enseñanza de la informática.

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