Sólo por pasar

LOS gallegos se consideran el tercer mundo, porque dicen que no están industrializados. Los asturianos ven que la actividad económica de su tierra cada vez es menor. Los valencianos dicen que les falta mucho para llegar a Europa y los catalanes se lamentan de vicio. Sin embargo, cualquier leonés puede observar con envidia cómo la industria sí que está instalada allí -en comparación con León- y cómo se hacen constantemente autovías y autopistas. Un ejemplo es el plan asturiano de la AS-18, inaugurada el pasado lunes. Una vía rápida que une Oviedo con Gijón y que circula paralela a parte de la A-66 que llaman «Y» allá por las tierras de la Santina. El Principado se va a gastar una millonada en desdoblar en unos años esta nueva carretera, con lo que para ir a Gijón no habrá una autovía, sino dos. Sin hablar de las múltiples infraestructuras de carretera que se les han hecho a los gallegos -y las que les han prometido por el chapapote- ni de las que se hacen para Valencia, Cataluña o el País Vasco unas encima de otras. A Murcia le van a llevar el agua del Ebro. Incluso Andalucía está plagada de autovías. ¿Y en León? Pues el PP se vanagloria de unas autovías -la del Noroeste comenzada por los socialistas, la León-Burgos de la Junta tardará ocho años en culminar 160 kilómetros, la León-Benavente (A-66) que se terminará ocho años después de gobierno en Madrid y mejor no hablar del peaje a Astorga- que quién sabe si se hubieran hecho si no fuera porque León limita con Asturias y Galicia. Y el PSOE que se calle, que hubiera hecho lo mismo -con la autopista a Asturias lo hizo-. A León, sólo porque hay que ir a otro sitio.