Desesperación

La violencia deslegitima. La desesperación explica. Fernando García Pérez, ex trabajador de Sintel, estaba ya pasando el calvario de llegar a casa con las manos vacías; eso asegura. Y ahora se ha metido en el ojo del huracán; desde luego que por su culpa, pero también a su pesar. Nada justifica su acción pero sería injusto no tener en cuenta lo perturbador que pude resultar sufrir, durante un largo periodo, esa situación de brazos caídos, de ausencia de horizonte, que sufre un hombre que no encuentra forma de trabajar. Esa acción cavernícola e injustificable obliga, no obstante, a reflexionar de nuevo sobre cuestiones esenciales de un ser humano: estar satisfecho consigo mismo y dar de comer a su prole.