TRIBUNA
Lo vasco
YO he adoptado la norma de un amigo que cuando se repetía por achaques de edad decía para disimular: «Perdóneme si me repito pero es que soy profesor». Así que si me repito, ustedes perdonarán porque soy profesor. Parece que la Audiencia Nacional compinchada con el ministro de Interior andan criminalizando todo lo vasco. Así lo asegura el presidente del PNV de Guipúzcoa en El País del sábado día tres. Años llevamos soportando lo vasco sin llegar a comprender su esencia. Debe de ser algo misterioso cuya comprensión se reserva a los neófitarras y, ¡horror! se aprende en la teta y las ikastolas; o quizá va en el RH o en algún gen especial que ya nos dirá algún día el rey de los vascos:Arzallus -observen que no digo señor aunque podría usar el despectivo señor del hampa del siglo de Oro-. Que no lo comprenda ya que tengo la cabeza más dura que el pirulo de los Toros de Guisando, vale. Pero pensar que todo el pueblo español es incapaz de comprender la esencia de lo vasco cuando un profesor de la capacidad didáctica de Arzallus lo explica después de cada entierro, es pensar que el pueblo español es tontolculo. Y no es ansí, como diría Baroja. El pueblo español no entiende lo vasco, desde luego, ni lo catalán, ni lo extremeño... Y ahora que lo pienso, ¿dónde está el español que tiene que entender todo eso? -30 segundos para encontrar en el mapa de las autonomías, al español que tiene que entender a los vascos, so pena de ser considerado tontolaba usque ad mortem-. De modo que si no sabemos qué es lo español, cómo vamos a entender lo vasco. Y menos, claro está, todo lo vasco. Porque primero habría que conocer todas las cosas, después identificar las que son vascas y por fin recontarlas y sumarlas para conocer todo lo vasco. ¿Así que quién define ese todo? Oiga: ¿Y si lo vasco fuera el comodín idiomático de los politicastros de Ajuria Enea que cada vez que les escuece una decisión judicial o política se ponen a gritar que Madrid y los españoles intentan destruir todo lo vasco? Ahora sí lo entiendo. Lo vasco es un cliché, un comodín semántico para justificarse como perseguidos los que persiguen todo lo que no consideran vasco;más o menos la mitad de todo lo que está en Euskadi y el 95 por ciento de lo que ha tenido que largarse por no aguantar a esa partecita de indeseables. Y no digamos lo del conflicto en el País Vasco. Arzalluz levanta el índice de ayatolarra: Madrid -¿la plaza España, la Cibeles, los madrileños?-, Madrid, -dice-, no quiere comprender que en Euskalerría hay un «conflicto». ¡Toma castaña! Esto es que cabrea hasta al rucio de Sancho Panza en el obelisco de la plaza España. Por lo menos debería decirlo en vasco: un conflictúa. Un conflictúa es un conflicto pero mucho más grande porque es conflicto exclusivamente vasco y no maqueto, ni hipotenusa. En Euskadi todo es exagerado incluido los tomates, que son mucho más caros cuando son de Bilbo. -¡Oiga! estos tomates parecen holandeses y están más clonados que la Dolly. -¿Qué dices, pues?Estos tomates son de Bilbo. Si eso ocurre con los tomates ya me dirá usted con los conflictúas. Oiga, ¿y no será que el conflictúa lo han montado los mandangueros de lo vasco? ¿Será verdad que madrileños, zamoranos, vallisoletanos, pacenses, onubenses, etcétera andan persiguiendo todo lo vasco? A lo mejor. ¡Vaya usted a saber lo que gente como Savater está haciendo en los calabozos de los sótanos de la Universidad Vasca! Seguramente tiene al pueblo vasco atado y le lee una novela de Pérez Reverte. Y la Edurne Uriarte esa creo que ha contratado los servicios de Llamazares, para que les dé discursos sobre la guerra de Irak y los amenace con la danza de los siete velos, hasta que renuncien a todo lo vasco. Y a eso no hay derecho. Pues no me diga más. Los ominosos hombres de Ermua, están machacando todo lo vasco. Eta, mátalos. Son torturadores. Son la quinta columna en el pueblo vasco. Y el presidente de la mitad de los vascos con esa cara tan triste, de funeral en funeral: ETA, lo que tiene que hacer, es dejar de matar y la policía españolona lo que tiene que hacer es irse o, por lo menos, respetar los derechos humanos de los patriotas vascos y vascas que están en su tierra y no han ido a España a dar el coñazúa. Que los chacurras, que son todos chacurras, se ceban con el pobrecito que no ha matado más que a cuatro o cinco torturadores. Paciente lector, seguramente has pensado lo mismo que yo. Es preciso aprender a leer el periódico. Cuando alguien expone una verdad política hay que pensar: ¿Qué me querrá ocultar este hijico? En concreto: teniendo en cuenta que la ley no hace injuria a nadie, cuando el ayatolarra dice que la ley de partidos es una injuria ¿a qué asquerosa injuria nos quiere someter? Cuando un político que ha jurado la Constitución acusa al poder judicial de parcialidad en la aplicación de la ley ¿Qué conductas de mala fe esconde? Y si no la ha jurado, ¿cómo es que reclama ante su alto tribunal? En general, los comportamientos y declaraciones de Ajuria Enea son injuria a la inteligencia, y a la honestidad. Por Dios. La acción y la moral de ETA tienen coherencia meridiana. La acción y la moral de Arzalluz y el presidente de la mitad de los vascos más uno tienen una doble indecente. Cuando dicen «condenamos» nos obligan a entender «aplaudimos y animamos». Cuando hablan de pacto de Ajuria Enea, hemos de entender que hablan del pacto de Estella. Cuando dicen: -ETA tiene que dejar de matar, no terminan la frase: -Eta tiene que dejar de matar cuando nosotros se lo pidamos y a beneficio nuestro. Y además, ¡fíjese bien! suele hacer un guiño a la banda. Cuando dicen: Nosotros no hemos jurado la Constitución Española deberían terminar la frase y decir: -Pero nos aprovechamos de ella para todo lo que nos conviene. Y así, ad infinitum. El lenguaje de esta gente -por no decir otra cosa- tiene la doblez y la indecencia de la «restricción mental» tan querida para un tipo de jesuitismo que debe revolverle las tripas al propio Ignacio de Loyola en su cielo.