Precauciones

ESTOS días hay que tomar muchas precauciones. De momento, mantenerse a prudente distancia de los alcaldes en ejercicio, porque como pases a su lado te pueden inaugurar sin respeto a la edad que tengas. Luego, no acercarse demasiado a los aspirantes a ser elegidos, porque están excesivamente cariñosos, y te pueden producir una mala impresión, aunque sea provisional. Ahora estamos en una etapa de desorientación, porque no se sabe muy bien si será positivo o negativo la mención a la guerra, me refiero a la pasada guerra de Irak, que fue una guerra relámpago, pero que a algunos parece que les hubiera gustado que fuera la de los Cien Años. De momento, me llegan noticias de que en Rioja se están moviendo para vender vino en Estados Unidos, aprovechando la francofobia que se respira en el Imperio, mientras la inclusión de Batasuna en la lista de organizaciones terroristas llena de regocijo a unos y les borra la sonrisa a otros. Naturalmente estamos hablando de unas municipales y autonómicas muy raras, donde en cualquier pueblo de secano de Jaén puede salir a colación la tragedia del Prestige a poco que se descuiden los candidatos. En el PSOE harían muy bien en recordar que para ganar una partida no sólo hay que aprovechar que el contrario tenga malas cartas, sino jugar bien las propias, y en el PP deberían reprimir los deseos de sacar pecho, porque ni Bush, ni Powell, se presentan por ningún municipio. Y los demás, precaución. Estas elecciones no son sólo raras, sino que se han empeñado en que se conviertan en unas primarias, una especie de ensayo general de lo que vendrá después. Prudencia, mucha prudencia.