Revisión final

HACE una semana los sindicatos agrarios enviaron un cuestionario de preguntas a sus afiliados para que pudieran ejercer su derecho al voto eligiendo mejor a qué partido político apoyar. La idea es buena, muy buena y debería haber una especie de institución de apoyo al votante que se planteara revisar las promesas de los partidos políticos y su grado de cumplimiento para que, desde una perspectiva lo más ecuánime posible, enviaran un informe a los ciudadanos y una serie de preguntas tipo para que así pudieran hacerse a una idea de lo que hay. Preguntas tales como: ¿Cree usted que se ha cumplido el programa electoral? ¿Ha habido estabilidad y progreso en el municipio o comunidad autónoma? ¿Le parece correcta, valorando los cuatro años de legislatura, la actuación de los políticos que han estado al mando de las instituciones? ¿Cree que se han hecho las cosas de forma honrada? ¿Los gobernantes han gestionado de forma correcta los dineros públicos? ¿Se ha eliminado deuda pública o ha aumentado? ¿Paga el ayuntamiento o la comunidad autónoma a sus proveedores? ¿En qué plazo? ¿En cosas que merecen la pena? ¿Cree que los que gobiernan se han enriquecido a costa de los ciudadanos? ¿Cree que han aprovechado su situación económica para beneficiar a otros? ¿Defienden los intereses de su municipio o los de otros? ¿Se necesita un cambio para bajar ciertos humos? Y, sobre todo, ser honesto: ¿Aunque no comulgue con sus ideas ni con ruedas de molino, lo han hecho bien? Tras eso hay dos opciones: votar por conciencia o por honradez. A veces es difícil no hacerlo por otras cosas, pero debería ser así.