Reformas peliagudas

LOS SINDICATOS franceses están en pie de guerra contra la anunciada reforma de las pensiones. Ayer fueron los transportistas los que paralizaron el país por tierra, mar y aire. Contrasta la dureza que demuestra la sociedad gala contra los recortes sociales que se atisban con la pasividad de la sociedad alemana, embarcada en un objetivo semejante. También en España se han lanzado ya varios globos sonda que hablan de la conveniencia, eso sí consensuada, de contabilizar toda la vida laboral en el cómputo de las pensiones. Probablemente sería más fácil llevar a cabo estas reformas si Europa consigue armonizar su política social. Y si se consigue, razonadamente, que todos entiendan que de nada valdrá en el futuro la protección de un Estado... si se declara insolvente.