La política, estúpidos

ES LA HORA de la política. Sobre todo en León y provincia. Hace algunos años, el coordinador de una campaña electoral americana, no sé si del Partido Demócrata o del Republicano, le espetó a sus candidatos: «¡La economía, estúpidos!». Aquí, y ahora, habría que gritar: «¡La política, estúpidos!». Es necesario el protagonismo de la política, tanto en la negociación de los pactos postelectorales en 54 ayuntamientos, como en la designación de los 24 diputados provinciales que se sentarán a primeros de julio en el Palacio de los Guzmanes. El «number one» que completará los 25 de la Corporación ya está nominado: Javier García Prieto, presidente «in pectore» por el PP. La despoblación ha restado dos representantes. En León hay más ataúdes que baustismos. Lograr invertir las tendencias es el gran reto. Un reto político de magnitudes excepcionales. Los medios informativos y la sociedad leonesa especulan estos días con los pactos. Sólo hablan de pactos de gobierno. De tocar poder. No dicen ni pío, ni siquiera contemplan los pactos de oposición. Y pueden ser tan eficaces y demoledores como los de gobierno. En política dos y dos no suman siempre cuatro, ni la distancia más corta es una línea recta. Es la hora de la política en la Diputación Provincial, en el Consejo Comarcal del Bierzo, en los municipios de León capital, en Villablino, en Astorga, en La Bañeza, en Cistierna, en Mansilla de las Mulas y en otros muchos. No es la hora del chalaneo, de completar sueldos, de que los caciques se salgan con la suya. La hora de la política más cercana, más próxima, la que más interesa a los ciudadanos. El partido que no la aplique acabará pagando su cortedad. Quizá también sea la hora de la política para la Junta de Castilla y León, pese a la mayoría absoluta, una más, del PP. La gaviota vuela en esta comunidad como por un espacio protegido. Es la Baviera española. Juan Vicente Herrera tiene las manos libres para formar y conformar gobierno. Al día de hoy no se ha filtrado ni un sólo nombre. Hay quinielas, pero ya sabemos lo difícil que resulta acertar un pleno. El único signo que no aparece en ningún boleto tiene nombre de mujer. Y de política pura se hablará hoy en Ferraz, sede socialista. Se reune el Comité Federal, máximo órgano entre congresos. Algunos analistas suponen que los viejos rockeros del socialismo -Bono en Castilla-La Mancha, e Ibarra en Extremadura- le van a tirar de las orejas a José Luis Rodríguez Zapatero por el resultado de las urnas. No por los datos, que fue un éxito, sino por no concretarse las expectativas. Se equivocan. Nunca, desde hace más de una década, la figura del secretario general ha estado más a salvo de críticas orgánicas. Quienes vocean la apuesta personal de Zapatero por Trini Jiménez a la alcaldía de Madrid, y no mojarse en favor de Javier Solana, fabulan. A última hora de hoy llega a León, a su ciudad, Rodríguez Zapatero. Asistirá al día siguiente a la primera comunión de una sobrina. Para despejar dudas, que se lo pregunten.