¿Más diálogo?

IBARRETXE pide ahora dialogar, como quien sorprendido in fraganti en cama ajena esgrime que aquéllo no es lo que parece. Pero lo es. Hay que disolver Sozialista Abertzaleak (SA), así lo exige la sentencia del Tribunal Supremo. Nada hay que chalanear, ni cromos que cambiarse. Las víctimas no son Otegui y los suyos, sino la sociedad española. Parafraseando a Unamuno: que dialoguen ellos, y para hacerlo con la sociedad democrática que empiecen silenciado las pistolas, las únicas que dan hoy tiros en la nuca. Otegui hubiese sido un buen botones de Stalin. Lo del PNV es mera burguesona de paseo por el espolón, la misma que no le aguantará en su día dos tortas a los primeros, porque no puedes pretender convertir en animal de compañía a una fiera. Y todo porque Arzalluz está empeñado en salir en los sellos, ahora que se lleva más el correo electrónico. Nada hay en todo esto digno de la Historia con mayúsculas, salvo las víctimas, aquellas que ya no pueden dialogar. Ni comparación con la dignidad ética de socialistas y populares en el País Vasco. O compárese la actitud del PNV, sus ahora sí y ahora no, con la del leonés Gordón Ordás al dimitir como presidente del Gobierno en el exilio porque el presidente de la República, Martínez Barrios, había defendido que la juventud debía comprometerse con la lucha armada contra el franquismo. ¿Más diálogo? ¿Pero se ha dejado alguna vez de proponerles dialogar? Y Madrazo. No es necesario aplicarle el artículo dichoso porque se lo aplica él solito, se autodisuelve en su mediocridad, es su propio agujero negro. Pero ahí está, haciendo daño. Un tonto peligroso son dos tontos. Y algunos hasta tres.