Culebrón o pacto

CON la lógica en la mano y admitiendo que los pactos entre dos fuerzas políticas cualesquiera son totalmente lícitos, si a la UPL no le ofrecen la Alcaldía de León, lo normal sería que dejara gobernar en el Ayuntamiento de la capital a la lista más votada, en este caso al PP. Luego, dentro de un año y de cara a las próximas elecciones, siempre tendrá tiempo para alcanzar acuerdos de gobierno con quien quiera, recordando eso sí que el último pacto con el PP le ha llevado a perder nada menos que dos concejales en León. Los tres protagonistas, los portavoces de cada uno de los partidos (Amilivia, Fernández y De Francisco) han asegurado que la presidencia de Caja España no es moneda de cambio en una posible negociación para el ayuntamiento leonés. Habrá que esperar movimientos en la entidad bancaria para ver si esto es cierto o no. Lo que si parece claro es que hasta el viernes o el propio sábado, día que se constituirán las corporaciones municipales (incluida la de León) no se conocerá la decisión definitiva de la UPL. Los leonesistas deben pensar, y posiblemente con razón, que las verdaderas ofertas de peso les llegarán más tarde, cerca ya del pleno en el que son ellos los que pueden decidir el nombre del alcalde que tendrá León durante los próximos cuatro años. Pero las preguntas se plantean por sí solas. ¿Entenderá el electorado de la UPL un nuevo pacto con cualquiera de los dos partidos si la alcaldía no es para los leonesistas, tal y como Amilivia y Fernández ya han adelantado? ¿Sería mejor para la UPL gobernar en coalición con el PP o el PSOE o, por el contrario, quedarse en la oposición retornando a la línea dura que tan buenos resultados le dió en su día? ¿Se incluirán en la negociación cargos y aspectos inconfesables que afectan directamente a otras instituciones? porque, en caso contrario, ¿qué pueden ofrecer realmente tanto el PSOE como el PP para que la UPL acceda a conceder a uno o a otro la Alcaldía de León...?