VUELTA DE TUERCA
Chantajear la voluntad
EL «CASO de Madrid» pone sobre el tapete con toda crudeza el siempre controvertido asunto de los pactos postelectorales que, en ocasiones, otorgan alcaldías y presidencias a quienes están respaldados por una minoría del electorado. Ahí queda, como ejemplo paradigmático, lo ocurrido en Cantabria. Volviendo a Madrid, no es la primera vez que se buscan extraños compañeros de cama para llegar al poder. Basta recordar cómo el PP colocó en la alcaldía de la capital de España a Agustín Rodríguez de Sahagún desplazando al socialista Juan Barranco que fue en aquel momento el candidato más votado. En todas partes cuecen habas. Eso está claro; como que algo habrá que hacer para evitar los espectáculos de chantaje y falseamiento de la voluntad de los electores.