GLOBALIZADOS
Una nueva etapa
MUCHOS jamás se hubieran imaginado que León iba a tener un alcalde socialista -y menos que fuera Francisco Fernández- tan pronto. El pacto entre el PSOE y la UPL ha dejado patidifusos a los leoneses que todavía no se lo creen. El caso es que mientras los concejales del Partido Popular -la lista más votada por los leoneses- hablan de «intereses ocultos» y se ubican en su nuevo lugar en el Ayuntamiento, León no ha amanecido ni más rojo -por lo de la rosa socialista- ni más bermellón -por lo de la bandera leonesa- ni menos azul -por lo de la gaviota popular- que otro día. Es decir, que pese a que los populares se lamentan porque no dejan gobernar a la lista más votada, otros dos partidos se alían para hacerlo con todo el derecho del mundo porque no hay que olvidar que, unidos, disponen de la mayoría de los votos con diferencia. La pregunta está en si los socialistas han sucumbido a la tentación antes de tiempo o es una estrategia para que los leoneses vean cómo es su talante a la hora de gobernar y así conseguir ser más votados en las próximas elecciones. Y la respuesta se encontrará en la disposición del líder leonesista de dejarles hacer... El caso es que hay que reconocer el trabajo constante y esforzado de Mario Amilivia, Cecilio Vallejo y Francisco Saurina, entre otros; y esperar que los nuevos ediles socialistas les lleguen a la altura. Una cosa está clara: lo tienen difícil. Y, por último, es de esperar que quienes han trabajado bien por León bajo el mandato del PP -como, por ejemplo, Esther Calzado en el «es.pabila»-, sigan en el cargo. ¿O es que los socialistas eliminarán a la gente sólo por ser de la etapa anterior sin mirar su valía? Es de esperar que no.