Cerrar
Publicado por
CARLOS CARNICERO
León

Creado:

Actualizado:

LOS DIPUTADOS golpistas de la Asamblea de Madrid han abierto la caja de los truenos y, probablemente, ahora nadie sabe como se puede cerrar. De repente hemos comprendido, con la lucidez que solo dan los rayos cuando te arrojan a tierra, por qué son tan disparatados los precios de los pisos en las grandes capitales. Los bosques de grúas que crecen como hongos en el entorno de las urbes y que, inexplicablemente, no pueden progresar hacia el campo, tienen una explicación simple y mecánica. Son la forma fácil de que se enriquezcan unos pocos que no son más listos sino los corruptos con mejores contactos políticos. Los fabricantes de coches de lujo de importación tienen que estar erizados, porque sus mejores clientes están al descubierto. Su oxigeno es una sustancia que suena técnica, pero es de lo más elemental. Viven de la «recalificación». Una palabra mágica que transmuta el suelo rural en «zona urbanizable». Este milagro de la alquimia es un invento viejo porque significa la mixtura de los intereses personales con el poder político. Y además es legal. O casi. La querella del fiscal anticorrupción pone en el mismo plano a estos constructores que se creían impunes con mandos del Partido Popular. Ellos mismos, los constructores Vázquez y Bravo, son militantes del PP y no podían permitir que asumiera la Comunidad de Madrid un gobierno de izquierda. Pero el tiro les ha salido un poco alto. Ahora, si conseguimos que funcionen las instituciones, no solo va a saltar por los aires una conspiración para dar un golpe de estado en la Comunidad de Madrid sino que podremos conseguir que nuestros hijos tengan un piso sin encadenarse el resto de la vida a una hipoteca diabólica. Porque del disparate de la construcción en España vive mucha gente y muy bien. Lo siento por los fabricantes de las grandes berlinas de lujo que pueden perder a sus clientes más fieles. Me encantaría ver a algunos de ellos en bicicleta.