Aznar no respeta a Zapatero

LA PREPOTENCIA de que hace gala el presidente Aznar es realmente preocupante. Un dirigente democrático no puede tratar a la oposición con ese desprecio y superioridad con que el trata a sus oponentes. La última del presidente es que pasa de dar explicaciones sobre sus afirmaciones de que en Iraq había armas de destrucción masiva. Tony Blair tiene serios problemas en su país, la Administración Bush está bajo sospecha, y los respectivos servicios secretos de Reino Unido y Estados Unidos han tenido que reconocer que no tienen ni idea sobre las supuestas armas. En nuestro país, a lo que se viene filtrando, el servicio de inteligencia, 'La Casa', no ha podido avalar las afirmaciones del presidente de que en Iraq había armas de destrucción masiva. Si en todo el mundo, también en España, hubo una oposición tan frontal a la guerra fue porque nadie se creyó que existieran tales armas. La excusa para la guerra era tan burda, que nadie la dio por buena. Pero Aznar, al revés que sus colegas y amigos Blair y Bush, no teme pasar ningún mal rato por haber afirmado algo que al día de hoy es evidente que no era verdad. Y no teme pasar ningún mal rato porque sencillamente la oposición le un importa un pimiento. Y le importa un pimiento porque no tiene el más mínimo respeto ni a Zapatero ni a Llamazares. Hasta hace unos meses LLamazares erá el principal objeto de su desprecio parlamentario, pero ahora ha pasado a serlo también Rodríguez Zapatero. Se nota y mucho que Aznar no respeta a Zapatero, y la pregunta que hay que hacer es ¿acaso Zapatero ha sido capaz de hacerse respetar por Aznar? Me temo que la respuesta es no. Cuando Rodríguez Zapatero se convirtió en líder del PSOE en el PP se preocuparon,pero con el paso del tiempo, ido despejando sus temores. Creen que Zapatero es débil y sobre todo prisionero de su imagen de hombre siempre dispuesto a un pacto antes que a defender con uñas y dientes sus ideas. Además, después del resultado de las elecciones del 25 de mayo, más la crisis de la Comunidad de Madrid, en el PP, sobre todo Aznar, han dejado de preocuparse definitivamente por el secretario general del PSOE. Me parece a mí que Zapatero va a tener que modificar rápidamente su táctica y estrategia y empezar a enseñar los dientes al presidente, y sobre todo convencer a los ciudadanos de que no es verdad que Aznar se puede ir de rositas haga lo que haga, diga lo que diga, como ahora que se niega a responder a quienes le piden cuentas por haber dicho que en Iraq había armas de destrucción masiva. En la última sesión de control parlamentario, Rodríguez Zapatero elevó un poco el tono, pero la prueba del nueve será el próximo lunes en el Debate sobre el estado de la Nación. Si José María Aznar continua ninguneando a Zapatero y éste se deja, el líder socialista comenzara su cuenta atrás, porque los ciudadanos no seguirán a un político que no se hace respetar. Y en estos momentos Aznar hace alardes de no respetar a Zapatero.