Diario de León

SIETE DÍAS

Agricultores «vagos»

Publicado por
FERNANDO ALLER
León

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SIN DUDA la noticia más importante de la semana para la provincia ha sido la aprobación de la nueva Política Agraria Común, la PAC. Los sindicatos han sido unánimes en su rechazo. Todos afirman que la nueva PAC perjudica seriamente a León, no tanto por la reducción de las ayudas, sino por su orientación. Entre tanto, las administraciones autonómica y central se congratulan del acuerdo alcanzado por los ministros de Agricultura de los Quince, por entender que ha sido mejorado el proyecto del comisario Fischler, mucho más restrictivo respecto a las cantidades que finalmente se repartirán como ayudas entre los agricultores españoles. El problema, sin embargo, no está en la cantidad de dinero que Europa concede a España, sino en la orientación de los fondos. El auténtico problema a largo plazo es que ahora Europa se dispone a pagar con mayor esmero por no producir, lo que implica aumentar el número de jubilados de hecho. García Machado asegura que la nueva PAC hará «vagos» a los agricultores y Oscar Herrero, de Coag, lamenta que «la actividad ya no se tiene en cuenta, se cuestiona la producción y a los productores». No tiene lógica que un agricultor cobre el cien por cien de las ayudas si cultiva la finca y el 75 por ciento si no hace nada, si deja la parcela en barbecho y se dedica a jugar la partida en el bar. Es un contrasentido que tendrá unas repercusiones gravísimas para la provincia y que recuerda lo que ha pasado en los últimos años con las zonas mineras. Efectivamente, es probable que los agricultores actuales se vean beneficiados por la nueva PAC a medida que llegan a la jubilación. Lo grave es que no se tiene en cuenta el relevo generacional, el campo se despoblará aún más y la provincia perderá una de sus principales fuentes de riqueza. Las ayudas son un arma de doble filo: pueden contribuir a mejorar la vida de los que ahora están en activo, pero destruyen el futuro, impiden el desarrollo de las nuevas generaciones. Que el empresariado leonés está dividido en dos grupos, no es algo nuevo. Lo que sí es novedoso es el recrudecimiento público del antagonismo después de unos años de mutua cortesía. Varios asuntos han puesto en evidencia el enfrentamiento entre el Círculo Empresarial Leonés (CEL) y la Federación Leonesa de Empresarios (Fele): el convenio del metal y la política de viviendas del nuevo alcalde de León, Francisco Fernández. Hacía años que no se enquistaba la negociación de un convenio colectivo como está ocurriendo en estos momentos en León con el del Metal, que afecta a 6.000 trabajadores. Las diferencias salariales que se discuten seguramente no ponen en riesgo la continuidad de ninguna de las empresas implicadas y, a su vez, el neto de las reivindicaciones que separan a trabajadores y empresarios posiblemente haya sido perdido ya por ambas partes, los últimos por la falta de actividad en los días de huelga transcurridos y ocho más anunciados, y los empleados porque los salarios no recuperables sobrepasen ya los incrementos exigidos. Al menos esto es lo que opina el presidente del CEL, Domingo Fuertes, para quien la falta de acuerdo es únicamente imputable «al empecinamiento» de la Fele. Desconozco si en esta ocasión ocurre, pero sí que la negociación colectiva ejemplos ofrece sobrados en las últimas décadas: una vez iniciado el conflicto a los litigantes se les escapa de la manos y comienza a preocupar más cómo salvar la cara que conseguir o ceder ante la reivindicación laboral inicialmente planteada. Claro que no es este el único asunto que enfrenta a las dos organizaciones patronales. Existen dos talantes con respecto al nuevo equipo de gobierno municipal. El presidente de la Fele, Elías Fernández Lobato, realizó una crítica muy dura de la pretensión de Francisco Fernández de propiciar la construcción de un mayor número de viviendas sociales o de protección pública (hasta el cincuenta por ciento). Por el contrario, el CEL respalda la nueva política de viviendas del alcalde, por entender que es compatible una gestión más social de la vivienda (que fundamentalmente perjudica a los propietarios del suelo y no a las constructoras) con el desarrollo del mercado libre de la edificación. Es interesante ver la evolución futura de este enfrentamiento, porque va más allá. De momento el CEL también respalda al socialista Fernández en la anunciada petición ante la Junta de fondos para la construcción de un parque Tecnológico en León, al lado del ya comprometido parque empresarial. Ha sido hábil Fernández al buscar la connivencia de una parte del empresariado leonés, siguiendo la vieja teoría guerrera del divide y vencerás. Existe curiosidad por conocer hasta dónde pueden llegar ambas organizaciones patronales en este gualdrapeo que algunos pueden interpretar con ribetes también políticos, entre los socialistas municipales y los populares del gobierno autonómico.

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