Beckham, espectáculo y seducción

CON LA LLEGADA de Beckham y su esposa, Victoria Adams, la austeridad y la reserva han saltado por los aires: la pareja está al parecer dispuesta a romper todos los tabúes y va a explotar plenamente la hasta ahora subrepticia relación entre las pulsiones sexuales de las muchedumbres, el dinero y el deporte. Es antigua la evidencia de que el fútbol rebasa las lindes del deporte y se adentra en varios territorios colindantes. Ahora ya no: como en el sistema audiovisual, donde se explotan abiertamente las pasiones y las frustraciones de la audiencia, el fútbol se adentra en nuestro país en el territorio frágil de todas las ambivalencias. Lo de menos es el anacrónico sentido de la competición o el saludable instinto de emulación. Lo de hoy es el espectáculo y la seducción.