EN BLANCO
Sabadete
SEGÚN PARECE, el 90% de los españoles planifica minuciosamente el día, la hora y el lugar de sus relaciones sexuales, aunque tampoco conviene olvidar que nos pasamos la vida planteando cosas que rara vez conseguimos ejecutar. Del des eo a la realidad, del dicho al hecho, va mucho trecho, pero se ve que, aunque el propósito finalmente no cuaje, hallamos cierto deleite, no sé si como sustitutivo del deleite fetén, en proyectar esa cosa que no necesita más planificación que la del deseo compartido y la adecuada ocasión. Ahora bien, lo más llamativo del caso es que los españoles, que no solemos coincidir en nada los unos con los otros, planeamos nuestros quiméricos o reales encuentros amorosos como si fuéramos clones: el día que les gusta a los encuestados para entregarse a la lubricidad es, por abrumadora mayoría, el sábado. O sea, el sabadete, cumpliendo el tópico nacional. Me temo que en lo tocante a la sexualidad no hemos avanzado ni mucho ni poco. Diríase, pero siempre que demos por hecho que los encuestados no mientan como bellacos, que vamos descubriendo que el sexo no se circunscribe al coito, al aquí te pillo y aquí te mano, pues nada menos que un 93% asegura concederle un protagonismo extraordinario a los juegos preliminares y no sé si también, pues nada se dice de eso, a los accesorios. No sé, francamente, y menos después de descubrir en la encuesta que un 38% pasa de sexo y hasta de planificación por los inconvenientes que conlleva. Sábado, sabadete. La encuesta de la Federación Española de Sociedades de Sexología puede decir lo que quiera, pero me temo que hasta que no cambiemos el día, al martes o al jueves por ejemplo, este asunto va a seguir como siempre.