Lamentable actitud
ESTADO UNIDOS está endureciendo su campaña contra el Tribunal Penal Internacional, que lógicamente constituye un freno a su arbitrariedad expansionista, a su estrategia del ataque preventivo. Lo lamentable es el fondo del asunto: cuando la comunidad internacional ha conseguido institucionalizar un tribunal que persiga los delitos llamados de persecución universal -genocidio, terrorismo y torturas-, la primera potencia de la tierra hace lo posible por devaluarla. Sólo se puede sentir asco ante esta actitud.