¿Por qué tienen miedo?

LO QUE es incomprensible a estas alturas es que después de varios años de democracia, muchas personas sientan miedo de expresar su voluntad de exteriorizar su opinión con entera libertad, por temor a que pueda interpretarse como rebeldía, lo que mueve a pensar que la libertad de expresión es una utopía, estando muy distante de alcanzar lo que debe entenderse por democracia. En primer lugar se puede hacer mención a la detección del mal trato en las personas mayores, los cuales pueden ocurrir en todos los ámbitos de la vid de estas personas, desde el ámbito familiar hasta en los ámbitos hospitalarios o residenciales. El maltrato físico que es lo que causa daño corporal sufrido por la fuerza física o la violencia es el más común, sin que se pueda obviar el abuso psicológico causado intencionadamente, angustia o estrés, mediante actos verbales, amenazas, insultos o humillaciones. Existe también la negligencia, descuidando los cuidados básicos como alimentación, higiene o vestidos, siendo posiblemente el caso más grave el de abandonar por parte de la empresa que ha asumido el papel de cuidador en el entorno familiar. El abuso económico apropiándose por medios ilícitos de las tarjetas de crédito o cambios de voluntad respecto a sus bienes, también está comprendido entre los indicadores de maltrato hacia las personas mayores. En este año europeo a favor del discapacitado, se propuso a varios familiares de discapacitados psíquicos hablar del futuro de estas personas a partir del momento en que faltaran sus padres. Los comentarios sobre un tema tan delicado, pero real, se desarrollan con toda normalidad y consenso para hacer un amplio reportaje en todos los medios de comunicación, incluyendo manifestaciones verbales de varios de ellos y así se inició tan interesante propuesta, mas llegada la hora de decidir quienes serían los que harían algunas declaraciones y manifestar su opinión al respecto, ninguno de ellos quiso ser el exponente de ninguna divulgación sobre el tema que se estaba planteando. La explicación que dieron todos ellos para inhibirse de sus opiniones respecto a la propuesta tan interesante para el devenir del futuro de sus hijos fue unánime. Todos ellos, sin ninguna excepción, temían medidas represivas por parte de las asociaciones a las que pertenecían sus hijos, mediante algún acto de animadversión contra ellos que afectara a su estancia diaria en el centro el que estaban destinados, por lo que habían decidido guardar silencio y suspender todo tipo de publicación suscitado por ellos mismos, tomando la decisión de callarse. Callarse por miedo. Por último, al igual que en las situaciones anteriores, con el miedo bajo amenaza, como si la espada de Damocles cayera pendiente sobre sus cabezas, un reducido grupo de minusválidos físicos, pertenecientes todos ellos a una organización, quizá la más importante a nivel nacional, desearían que saliera a la luz un grave problema que existe en dicha organización; dicen que hace quince años están bajo el mandato de la misma junta directiva, sin que nadie pueda alzar la voz dando a conocer esta anomalía, porque todos los que lo han intentado han sido trasladados a otras delegaciones lejos de su casa o condenados al ostracismo, asignándoles puestos que nadie desea y haciéndoles la vida imposible. Asimismo los puestos más relevantes de la dirección central en Madrid y en el resto de las delegaciones de toda España, los ostentan, familiares, parientes y amigos de la junta directiva actual, naturalmente todos totalmente de acuerdo con las decisiones que tomen. También dicen que la revista El Capital, de información económica, bursátil y económica, denunció en algunas ocasiones la gestión llevada a cabo en el capítulo de inversiones por los directivos de la organización, y también han conseguido silenciarla. Es decir que cualquier denuncia que se quiera exponer suele ser abortada antes de que llegue a conocerse. Un dato elocuente de cómo funciona la organización es que en una delegación de nuestra comunidad se celebraron las elecciones el día 3 de junio y el día 1, con la presencia del presidente nacional se ofreció un vino español a todos los electores presentes, celebrando anticipadamente la victoria que tenían asegurada. ¿Cómo es posible que si estos hechos son ciertos dentro de un organismo que en cierto modo depende de la Administración, no se le somete a una auditoria seria y se investigue a fondo la gestión que durante tantos años están ejerciendo sin que nadie se atreva a denunciarlo?. La respuesta es que nadie se atreve por miedo. En consecuencia, uno de los problemas que se plantea a la hora de resolver cualquiera de los que hemos descrito, identificarlos y denunciarlos, es la insuficiente sensibilización social, así como la falta de concienciación, que impide la denuncia y por tanto el conocimiento real de cada situación, porque hay que decir que las personas afectadas, por sí mismas, tienen miedo de dar a conocer públicamente estos problemas tan graves, que son el pan nuestro de cada día, por temor a las represalias que temen afectaría a su futuro y por consiguiente no se les puede sacar de su mutismo. Ante lo que sucede en cada de los hechos expuestos como ejemplo, que están ahí, se podría pensar que son muchas, demasiadas, las voces amordazadas y las plumas silenciadas en nuestro país. ¿No creen que existen muchas acciones por hacer para conseguir de verdad una libertad de expresión que a todos beneficiaría? «El colmo de la infelicidad es temer algo, cuando nada se espera ya». (Séneca).