El precio de los pisos y la cuestión urbana

EN ESPAÑA no tenemos petróleo ni diamantes, pero tenemos terreno para pasarlo- a cuenta gotas- de rústico a urbano y de urbano a metros cuadrados de vivienda que producen chorros de dinero. No se planifica en perspectiva de futuro de 500 años como mínimo, ni en perspectiva de calidad de vida y funcionalidad como corresponde puesto que las actuaciones urbanísticas una vez que se convierten en casas son irreversibles. Ahora, con más frecuencia que nunca, se planifica a medida de los interese económicos de los poderes fácticos protegidos por actores con poder institucional que aceleran, retrasan el cambio de uso del suelo y, por tanto, el cambio de valor. Ejemplos muchos, unos más visibles que otros, tenemos en todas partes. Pero el más visible es el golpe estratégico de Madrid, donde hay billones en juego. Las ciudades no son un producto de usar y tirar, tienen siglos de vida, por tanto, hay que pensar muy en serio como se dibuja en el suelo y lo que se construye sobre el. ¿qué sería León sin la catedral y el centro que hace que los visitantes digan que es una ciudad bonita?. Claro, hablan del centro construido con algo de simetría y de armonía, no de las macetas amiliviadas. (Amilivia, si hubiera leído mis artículos y los hubiera aplicado le hubiera ido mejor en las últimas. La medalla de oro no fue suficiente) Las ciudades dan cuenta de la mentalidad de los actores que intervienen -en cada momento- en el diseño de las actuaciones urbanísticas, de la cultura de los ciudadanos y de la desigualdad social. Al llegar a una ciudad el observador cualificado puede leer en su urbanismo la talla mental de los respectivos alcaldes, Arquitectos y promotores influyentes. El valor -abusivo- del metro construido y la necesidad de tener un espacio mínimo para vivir, producen el trágico problema que atrapa a la mayoría de los ciudadanos que están en esa situación. El precio de la vivienda es ya un atraco legal. Este precio marca una diferencia entre los que tienen la viviendas ya pagada o con hipotecas con base antigua y los que se han tenido que enfrentar a esta necesidad en los dos últimos años o los que la tienen que claudicar ante el precio, si quieren tener un pisito. Cuando buscamos razones que nos llevan al análisis de la situación en que nos coloca el precio de la vivienda ( en esta política tan idílica y tan atenta a los problemas de EEUU) aparece en lo alto de la pirámide la figura del «tiovivo» del que es difícil librarse. El problema se vuelve irresoluble cuando los intereses están protegidos por la estructura del mismo entramado político y económico desde lo más alto de la pirámide. La solución sólo es posible sí tomamos conciencia de la gravedad de este problema y eliminamos a los corruptos. Dar este salto cualitativo nos permitiría pasar de tener espacios de bajo nivel, en las cuales estamos pagando aparcamientos y multas, perdiendo tiempo en atascos, respirando aire sucio, aguantando ruido, a espacios razonablemente agradables. Existen muchas maneras de ordenar el espacio y construir, pero nos imponen( ¿ quién?) una muy cara y bastante alejada de la calidad que necesitamos. Para comprenderlo sólo hay que ver como crece la ciudad de León y muy especialmente los pueblo satélites que conforman la unidad funcional del área metroplitana. La estructura urbana y las comunicaciones entre estos núcleos entre sí y con la ciudad son ya hoy una tortura. ¿ Qué va a pasar dentro de poco años cuando se duplique el número de habitantes de esos municipios?. Vemos como se construyen alturas sobre carreteras/calles estrechas, y no se evita. La nueva Comisión de Tráfico del Ayuntamiento de León, con su presidenta al frente, nos sorprende con una alternativa: poner pasos elevados en eras para acabar con las carreras nocturnas de coches. ¿ No las facilita con eso?. ¿Quién va a pagar ese gasto?. Lo correcto es, para eso pagamos motos de gran cilindrada, que la policía ejerza y ponga en su sitio a esos salvajes. ¿ cómo?. Pues quitándoles el permiso y poniéndole una multa, de ejecución inmediata, equivalente al riesgo que producen. Eras es otro ejemplo de un urbanismo miope. Una ciudad no puede tener tantas rotondas. Se perdió, por lo mismo, la ocasión de haber hecho dos grandes avenidas, una de ida y otra de vuelta, con las correspondientes calles transversales. Las rotondas valen para casos que hay poco tráfico y para conductores responsables. Así que lo que tiene que hacer la comisión es poner semáforos y limitaciones de velocidad y no gastar dinero en una obra que no resuelve el problema, lo facilita. El urbanismo, controlado por las iniciativas de los especuladores, ha tomado una dimensión que permite corromper a demasiados políticos, y técnicos, sin ética que se instalan- o instalan- en el poder para facilitar las grandes operaciones. Ante la realidad que nos fustiga, producida por la carencia de sensibilidad y el predominio de la fuerza de los intereses, creo que llegó la hora de que los ciudadanos nos organicemos para que no jueguen desde el poder con nuestra dignidad, nuestro dinero y nuestro derecho a vivir en espacios urbanos y en viviendas adecuadas a precios razonables. Cuando una núcleo urbano es victima de la especulación de unos pocos, sucesivas generaciones son victimas de ese egoísmo y cicatería. La corrupción no es una cosa nueva, pero habíamos convenido crear, con la democracia, las condiciones para erradicarla y resulta que se perfecciona para que sea difícil probarla. Eso de decir que hasta que no haya sentencia del Juez no se puede acusar, no se sostiene. Esta es una de las causas por las que los ciudadanos tienen un concepto negativo de los gobernantes.