Banderitas
ES UN fenómeno curioso. Por cada banderita de un país determinado enarbolada por los aficionados al paso del Tour de Francia, hay no menos de diez de Euskadi ondeando al viento e incordiando también a los ciclistas. Ayer, cuando se vivió otra de esas etapas que quedan para el recuerdo, con un Armstrong dando todo lo que le queda, la invasión de la enseña vasca era agobiante ¿Se construye un país con banderitas? Franco también lo creía. Por eso las repartían en las escuelas. Eran otros tiempos.