Diario de León

EL RINCÓN

El dinero de los otros

Publicado por
MANUEL ALCÁNTARA
León

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NO TENEMOS más remedio que admirar a esas personas que ahorran todos los años una cantidad superior a sus ganancias anuales. En general, ese tipo de previsores de su porvenir se dedica a servir a la sociedad desde un cargo público y han sido democráticamente elegidos, lo que supone que nadie les pida cuentas. No les saldrían. Tampoco nos salen a los cándidos electores, así que lo mejor que podemos hacer es no pedirlas. ¿Para qué? A mí, sin ir más lejos, no me interesa absolutamente nada el dinero de los demás y muy poco el mío, que siempre ha tenido vocación de nómada. Ese desinterés no significa que no me haya asombrado que un señor, que antes era panadero, haya amasado una gran fortuna a partir de ocupar la concejalía de Urbanismo de su pueblo. Ni que otro, que desempeñaba el digno oficio de fresador, al poco tiempo de decidir sacrificarse por nosotros, tenga una flotilla de coches y un chalé con piscina climatizada. La única curiosidad legítima es la de Hacienda. La Agencia Tributaria investiga de oficio el origen del patrimonio de Julián Muñoz, el ecuestre alcalde de Marbella enamorado de la tonadillera ambivalente. El Tribunal de Cuentas ha decidido embargarle sus dos sueldos -el de regidor y el de diputado- para garantizar que se restituyan los 24 millones de euros de fondos públicos en paradero desconocido. El embargo tiene carácter preventivo, pero Muñoz, que tiene mucho carácter, defiende su inocencia y da garrotazos con su bastón de alcalde. ¿Por qué su dinero no va a provenir del chiringuito que regía antes de regir la hermosa y promiscua localidad de Marbella? Igual que se dice que una persona a la que no le gusten los niños pequeños ni los perros no puede ser del todo mala, hay que pensar que un señor que ha tenido toda la confianza de Gil y Gil, no pueda llevarse un euro que no sea suyo. Hay gentes malvadas que se alegran cuando a alguien le quitan lo que no es suyo, pero hay más a las que les traen sin cuidado. Han visto demasiadas.. Con nuestro pan se lo coman, es lo más que dicen.

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