Cerrar
Publicado por
MANUEL ALCÁNTARA
León

Creado:

Actualizado:

LOS PARTIDOS políticos se han comprometido, todo lo firmemente que es posible en el gremio, a no utilizar el apoyo de tránsfugas para hacerse con el poder. Ya suscribieron un pacto parecido en 1998 para los Ayuntamientos y eso no impidió la carrera de ratones, con meta en el Grupo Mixto, de tantos y tantos ediles. Este de ahora tiene su origen en el inacabable escándalo de la Asamblea de Madrid, donde la huida de dos rapidísimos concejales socialistas ha generado una crisis que, aunque tenga muchos predecesores, se suele calificar de sin precedentes. ¿Qué será de la política española sin los tránsfugas? Eso sería como quitarle a los niños la desobediencia. Los que se mudan de partido le dan mucha amenidad a la cosa pública, aunque con frecuencia sean llamados hijos de mujer pública. Nadie parece comprender el derecho que asiste a toda persona de variar de convicciones, sobre todo cuando no tiene convicciones. Además, como todo el mundo sabe, a veces es necesario cambiar de ideas si se desea continuar en el mismo partido, del mismo modo que en ocasiones es preciso cambiar de partido si se pretende mantener las mismas ideas. Los tránsfugas tienen siempre mala prensa, aunque tengan buena televisión. Se hacen célebres bruscamente y sin esfuerzo, como los mártires. No hay un camino más corto para llegar a la fama, pero requiere ser lo que en boxeo, que es mucho más limpio, ya que no se permiten los golpes bajos, se llama un buen encajador. Con un rostro blando no se puede ser un tránsfuga como Dios manda. El pacto antitransfuguismo puede inundar de aburrimiento la política nacional, que es cualquier cosa menos aburrida, ya que nunca escasean ni los tenores, ni los jabalíes, ni los payasos. Es curioso que las acusaciones de deslealtad las sufran sólo los futbolistas y los políticos. Los casos de Tamayo y Sáez vienen a ser como los de Figo, acusado de traidor por los culés, y Beckham, tildado de lo mismo por los ingleses. Nunca se les llama tránsfugas a los ejecutivos que cambian de empresa.