Cerrar
Publicado por
JOSÉ CAVERO
León

Creado:

Actualizado:

LA COMPARECENCIA y declaraciones que durante todo el día hizo el jueves ante la comisión de investigación la portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Ruth Porta, pretendió replantear la cuestión central de una presunta trama PP-Inmobiliarios para evitar un gobierno de izquierdas en Madrid, cuestión muy desvaída, por reiteradamente negada, durante las anteriores comparecencias de Tamayo, Sáez, Balbás, Bravo y Vázquez. Ruth Porta, con fama de severísimo látigo, fustigó a los populares y rebatió las acusaciones de éstos, sobre todo, las alegaciones que pretenden, desde el PP, reducir toda la cuestión a una pelea interna por el poder en el seno de la FSM. Porta niega que tal cosa haya podido suceder, y contraataca asegurando que el PSOE es un partido unido y cohesionado, frente a un PP en el que los militantes se pegan puñaladas por la espalda por la sucesión. «Autofagia es lo que pasa en el PP en este momento, que filtran noticias de ustedes mismos con tal de eliminar un candidato a la sucesión... Estoy indignada con su intento de denigrar al PSOE para tapar las vergüenzas del PP», insistía Porta. O sea, ataques a la base, a la raíz, al rostro o zonas bajas del contrario. Lo preocupante es la impresión que los comparecientes y sus «inquisidores» producen en sus muchísimos espectadores, que se vienen bebiendo con fruición cuanto se produce en la Asamblea, y para quienes se han hecho personajes familiares los personajes del drama-comedia. Por si faltaba algo, desde el exterior de la sala de comparecencias se coopera en el recalentamiento del clima político, con informaciones periodísticas reveladoras de nuevos asuntos presuntamente turbios o con declaraciones de líderes políticos. Jesús Caldera ha salido al paso al hecho de que sean ya cuatro los concejales de Gallardón que han aparecido relacionados con empresarios de la construcción y con la compra de grandes cantidades de suelo, sin que el alcalde-presidente haya dado la menor explicación a fenómeno tan sorprendente. «Detrás de cada ladrillo que se levanta aparece alguien del PP», dice Caldera, también en actitud de combate.