Expulsada de León

ES DOMINGO y como siempre lo que toca es hacer la maleta y coger el Alsa y emprender viaje a Madrid. Siempre se lleva mal pero este fin de semana es aún peor, después de las esperadas vacaciones dejar León es aún más difícil, tanto tiempo esperando pasar más de dos día seguidos en mi tierra, y tan pronto se han acabado. Hoy, una vez más, siento que estoy dejando atrás la mitad del alma, pero hoy, no estoy dispuesta a resignarme. Estoy angustiosamente enfadada y resentida, no consigo entender por qué tengo que dejar mi ciudad, mi casa y mi gente para ir a un lugar extraño, demasiado grande para considerarlo mi hogar. Vuelvo a pensar, como siempre, que algún día podré encontrar un trabajo en León que permita dejar crecer mis raíces, que ya llevan tres años empaquetadas porque me resisto a asentarme y hacer mi vida en otro sitio que no sea León, y menos aún en el Madrid, no de mis amores, sino de mis angustias. Sí, la esperanza es lo único que no se pierde, aunque la esperanza de poder vivir en mi tierra, y al igual que la mía, la de la mayoría de los jóvenes que hemos sido «expulsados» de León, siempre termina minándose demasiado para seguir intentando algo que se me presenta poco menos que imposible, poder ganarse la vida en León. Y es que, yo me siento exiliada a la fuerza de una ciudad a la que amo profundamente, y en la que he pasado sin lugar a dudas los mejores momentos de mi vida. Puedo asegurarles que León es una de las ciudades más bonitas y acogedoras que he tenido la oportunidad de conocer, y a esto además se suma que es mi ciudad, donde me he criado y donde puedo pasear hasta con los ojos cerrados. A la antigua belleza de nuestra ciudad se une el gran trabajo que se ha venido realizando y las muchas mejoras que se han introducido en la ciudad, la peatonalización de nuestro casco antiguo ha sido muy beneficiosa tanto funcionalmente como estéticamente. Resulta muy agradable poder pasear junto a nuestra magnífica Catedral sin tener que preocuparse por los coches y sin sufrir las inconveniencias del tráfico. La apertura de nuestra carretera de circunvalación ha sido otro gran logro que todos hemos de admitir, las comunicaciones ahora son mucho más rápidas y fluidas. También me veo obligada a mencionar los numerosos parques, espacios verdes y plazas que se han venido habilitando para el disfrute de todos. ¡Enhorabuena a quien corresponda por un trabajo tan bien hecho! Pero ahora, yo me pregunto y elevo mi pregunta a quien corresponda contestar o a quien pueda hacerlo, que no siempre es lo mismo, ¿para qué se ha peatonalizado el casco antiguo de León si tan solo había que esperar unos años más para que el parque automovilístico de León se redujera hasta la mitad y con esto el tráfico que llenaba el centro de León? Señores, esto es una realidad, la juventud se está yendo de León muy rápidamente, y con nosotros también se van los coches, ya que llegará un momento en que la población leonesa haya envejecido tanto que los coches apenas se usen. Sobre las fantásticas plazas y parques que han venido salpicando nuestra ciudad, he de admitir que son muy de agradecer, por ejemplo, no hay más que observar la obra que se está realizando en el margen del río Bernesga, realmente en un breve espacio de tiempo podremos disfrutar de un bonito paseo desde Eras de Renueva hasta la Plaza de Toros, al lado de un río que cada vez está más saneado y cuidado. Solamente tengo un pequeño consejo para incluir en el plan de construcción. A quien pueda corresponder, me atrevo a hacerle partícipe de mi opinión. No es necesario que realicen una gran inversión para incluir en este paseo columpios ni toboganes para los niños, en poco tiempo con un tobogán será más que suficiente, e incluso, muchas veces sobrará. Y es que señores, León se está quedando sin niños. Las plazas serán muy agradables pero sólo estarán nuestros mayores paseando por ellas, los parques ya no necesitarán grandes zonas de juegos, ya que poco a poco irán quedando vacías. Y es que la razón me dice, que si en mi generación nos estamos teniendo que ir, ¿qué será de los niños que están naciendo ahora? No van a tener ni una sola oportunidad de quedarse en León y formar aquí una familia y ver así crecer sus raíces. Otro problema también se me antoja grave, es que la población leonesa, sin duda está envejeciendo y cada vez necesitará más cuidados. Los jóvenes no vamos a tener la oportunidad de cuidar a nuestros mayores y devolver así el favor que recibimos de niños. Las residencias geriátricas estarán cada vez más llenas de ancianos que deberían estar en sus hogares pero que no les es posible porque sus hijos no están en León y ellos no quieren dejar la ciudad que siempre han visto sus ojos. ¿Es esto realmente lo que queremos? Me resisto a admitir la idea de que León se convierta en una ciudad de sábados y domingos. Quiero algo mejor para mi ciudad y sus gentes. ¡Nos merecemos algo mejor! Por esta razón me atrevo a reivindicar lo que por otro lado creo que es un derecho inalienable. Pido y sobre todo exijo que se facilite el asentamiento de empresas en nuestra provincia y ciudad, pido fuertes subvenciones para la creación de una industria autóctona, pido que no tengamos que ver de nuevo como empresas interesadas en nuestro terreno tengan que irse ya que no les ofrecemos condiciones suficientemente óptimas como para asentarse en León, pido que se acelere la construcción de la autovía León-Benavente, ya que la carencia de una buena comunicación con Madrid, no hace sino dificultar aún más el asentamiento de empresas en León, pido que se protejan y defiendan los intereses de León frente a otras provincias de nuestra comunidad autónoma, pido que no nos quedemos cruzados de brazos frente a la despoblación que sufre León, porque señores, este proceso si seguimos con la misma tónica no va a pararse sino que se acelerará cada vez más. Pido en conclusión que no echemos a más jóvenes de nuestra ciudad, nosotros somos y tenemos el impulso de una nueva generación, tenemos ganas de trabajar por y para León, por favor, permítannos hacerlo.