¿Qué pasa con el AVE?

Es evidente que la escasa capacidad de seducción de Álvarez Cascos tiene como contrapartida una excepcional dureza de la mayoría de los medios de comunicación en el análisis de su gestión, pero los innumerables incidentes en la construcción de las líneas de alta velocidad en marcha, todas ellas con numerosos retrasos acumulados, permiten descartar que se trate de una campaña orquestada: hay un sinfín de irregularidades que generan responsabilidades que es preciso depurar. . Al margen de los socavones, de los fallos de seguridad y de señalización y del incumplimiento de los plazos, la construcción de la alta velocidad está generando una siniestralidad inaceptable, que ha tenido su punto álgido el miércoles, cuando peligró la vida de 34 trabajadores que trabajaban en un túnel y que quedaron aislados cuando se incendió la máquina que debía recogerlos y llevarlos al exterior. En los cuatro primeros meses del año se produjeron en los AVE 277 accidentes, tres de ellos mortales. ¿Qué está pasando? ¿A qué se debe tanta incompetencia?