Diario de León
Publicado por
LUIS DEL VAL
León

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RINCONETE Y CORTADILLO ya no están por los patios de monipodio; Guzmán de Alfarache no se dedica a estafas de poca monta, y al Lazarillo de Tormes ni siquiera se le ha ocurrido prestar sus servicios en una agencia de publicidad que trabaje para la Once. Parece que los pícaros del siglo XXI se dedican a la Política, según se colige de los interrogatorios que se siguen en la llamada Asamblea de Madrid, donde los techos de cristal se hacen añicos, los chulos se desmoronan, las pititas fanfarronas se arrugan, y los que vendieron la piel del oso antes de cazarla siguen pasando frío a pesar del calor que está haciendo. Si Jardiel Poncela se preguntaba si hubo alguna vez 11.000 vírgenes, cualquier ciudadano se puede preguntar, a estas alturas de los interrogatorios ligueros, si habrá media docena de políticos honrados en la Comunidad de Madrid. Con desmemoriados que se olvidan quién les paga la Seguridad Social, con despistados que acuden a los consejos de gobierno municipales en nombre de una pseudo ONG, con ineficaces que no saben reservarse por sí solos una habitación en un hotel, y con urbanistas bajo palabra de honor no se puede ir a ningún sitio que pueda ser bueno para la mayoría de los ciudadanos. Estas sesiones deberían ser clasificadas con tres rombos, como antes, para evitar que los niños se hagan de mayores unos chulos de provecho, unos diplomados en mentiras, unos licenciados en falsedad o unos pícaros modernos. Con frecuencia, los honestos luchadores contra el tráfico de drogas descubren a un pillo que, hasta serlo, era un paladín de la lucha contra los narcotraficantes. A los honestos luchadores no les causa sorpresa. A nosotros, los que juran por sus muertos que no mienten, todavía nos escandalizan cuando se descubren que son unos mentirosos. Ello no significa otra cosa que nuestra ingenuidad es muy grande, tanto que estamos inermes ante los modernos pícaros del siglo XXI, que siguen adelante con su valedores, a pesar de que se les haya quebrado su frágil techo de cristal.

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