Tomando el sol

EN BAVIERA superaron los 40 grados. En el zoo de Copenhague, se tuestan a 30 grados osos con vocación de polares. En Francia, las funerarias no pueden aceptar ya a más clientes. Los suizos, que soñaban con estar tan aislados como los marcianos, comprueban que están sometidos a las leyes universales mientras sus glaciares se convierten en agua. Un poco más y se convertirán en polvo. Nos habíamos unido frente al terrorismo pero de nada nos serviría hacer frente común frente al calor. Unas pocas cuadrillas de soldados heroicos combaten, de Portugal a Canadá, los incendios forestales en una imagen postrera que no nos hará olvidar que el mundo organizado que conocimos, ya no existe. Las uvas han llegado a sazón con adelanto en Italia y en Francia. Se anuncia una vendimia espectacular. Beber para olvidar. Como en cada catástrofe, triunfan los agoreros. Un día de éstos el presidente Aznar declarará que, con la quema de bosques, los ecologistas están tan encantados como estarán los socialistas en cuanto un militar español muera en Irak. A propósito de Aznar, los científicos han empezado a sugerir que el calentamiento de la atmósfera genera un