EL RINCÓN
Hacer patriotas
COMO en los tiempos de Flandes, ha muerto lejos un capitán español. Sólo que en aquella época sus mandos eran también españoles. Mucha más gente va a morir en Irak: los Estados Unidos ganaron la guerra y están perdiendo la paz. Debajo de cada turbante se refugia la idea de ofrecerse en sacrificio por su país, ya que eso es del agrado del Profeta. Hay terroristas suicidas en la lista de espera, ansiosos por alejarse de sus áridas tierras para entablar relaciones con las huríes de caderas locas y beber hidromiel etiqueta negra. En el atentado contra la sede de Naciones Unidas de Bagdad murieron diecisiete personas. El camión bomba llegó como una alfombra voladora a ras de tierra. Entre los fallecidos estaba el representante especial del secretario general de Naciones Unidas, el brasileño Jorge Vieira de Mello. Dos días antes, este luchador por la paz había hablado de las dificultades de la misión americana y pronunció la palabra clave: humillación. Se preguntó y nos preguntó a todos ¿a quién le gustaría ver su país ocupado?. «A mí no me gustaría ver tanques extranjeros en Copacabana». Ni usted ni a mí nos gustaría ver tanques extranjeros por la Puerta de Alcalá, ni por la calle Larios, ni por ninguna calle, ni ninguna plaza. Los liberadores del mundo se han convertido en invasores y nadie puede tolerar este tipo de okupas armados. Si las tropas victoriosas siguen prolongando su estancia crecerá el número de patriotas iraquíes. Miles de personas se disponen a morir matando y hasta puede que sientan nostalgia de su sanguinario amo Sadam Huseín. Perdieron la guerra petrolífera en muy poco tiempo, pero los fundamentalistas saben que la guerrilla es más difícil de derrotar. Lleva mucho más tiempo y todavía no se ha descubierto nada verdaderamente eficaz contra el terrorismo urbano. Mientras el pueblo iraquí no recupere su soberanía seguirá el goteo de muertos y a veces el chorro. Su manantial es la humillación. El emperador Bush no ha llevado la paz a esa nación. Sólo se ha llevado el combustible.