Diario de León

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BAJAS DEL AVIÓN, lamentable vuelo charter tras un largo recorrido de vuelta de un viaje en el que, durante dos semanas, te has hurtado a la larga mano de la información global, y te encuentras con el viejo incendio: la gran controversia política, ahora, es a cuenta de la desgraciada muerte en Irak de un militar español. Nuestro primer féretro. Escuchas a Rodríguez Zapatero hablar de la «vileza» y «cobardía» de José María Aznar y piensas que seguimos estando en la demasía, por un lado, y en la insuficiencia, por otro. Zapatero se ha pasado verbalmente (una vez más) y Aznar, hurtando el bulto del debate parlamentario, de nuevo no ha llegado. El Ministerio de Sanidad, ofreciendo datos, me dicen, algo confusos sobre el número de muertos por el calor, no ha llegado, y algunos comentaristas, pidiendo prácticamente la cabeza de la ministra por ello, como si las altas temperaturas fuesen su culpa personal, tiran la piedra demasiado lejos. En lo de la Asamblea de Madrid todos se quedan cortos y demasiado largos, por supuesto, así que mejor ni hablar del enojoso (y sonjorante) tema. Y, hablando de incendios, seguimos sin ver detenciones de los culpables de algunos de los que han asolado nuestro verano: difícil resulta pensar que no se da una cierta inoperancia oficial en este terreno. Claro que nadie parece demasiado interesado, o indignado, por todo ello, cosa que compruebas en cuanto haces las primeras llamadas, desde el mismísimo y congestionado aeropuerto: como si lo único importante durante este tiempo hubiese sido el sueldo de Makelele o las andanzas de David Beckham, fichado por el Real Madrid de Raúl. Que, por cierto, es por lo único que se conoce a España en las remotas tierras hasta las que has viajado estas dos últimas semanas con el propósito expreso de perderte y desconectar de la gran pasada cotidiana, por un lado, y de los timoratos que no actúan, por otro: en los pequeños pueblos lacustres de Rusia, los niños, no me pregunten la razón, juegan al futbol con la camiseta de la selección nacional española, con la del Real Madrid o con la del Barcelona. Será, acaso, que exportamos, con tanto debate político insustancial, la idea de que somos un país lúdico y dedicado por entero al pan y fútbol. Uno piensa que acaso las cosas no deberían ser así, pero ya digo: bajas del avión y todo está como siempre en la gran, eterna, polémica nacional. A veces dan ganas de volver a perderte, aunque sea regresando al lamentable Tupolev ruso que te ha traído hasta Barajas.

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