Quien con traidores se acuesta...

EL DESENLACE de la comisión de investigación de la Asamblea de Madrid, aunque inesperado, es muy coherente con lo esperpéntico de su constitución y desarrollo. Al final, los dos diputados tránsfugas han traicionado también hasta al propio PP, que les había permitido votar en el pleno de las conclusiones de la comisión sin pensar ni por un momento que eso podría convertirse en la trampa en que se convirtió: el voto de Tamayo y Sáez hizo que el tema se cerrara sin un dictamen oficial y que fracasara toda la estrategia del PP para sacar un dictamen favorable a ese partido. Quien con traidores se acuesta, traicionado amanece, podría decirse remedando el viejo adagio. Bien mirado, ¿les interesaba a los tránsfugas oficializar su fáctica alianza con el PP? Es evidente que no. El PP se equivocó al permitirles, contra el criterio de dos dictámenes de los juristas de la Asamblea, votar en el pleno y ser jueces y partes. En ese pecado de error el PP lleva la penitencia. Al final, el PP no supo administrar su ilegítima mayoría, después de dos meses de bordarla. De manera que oficialmente no consta que la traición de Tamayo y Sáez se debiera a la existencia de una trama político-inmobiliaria movida por el PP, pero tampoco consta que se debiera a los problemas internos de la FSM. Oficialmente resulta que los dos traidores cometieron su traición por nada, sin causa ninguna, sin explicación. Políticamente yo no sé si el resultado oficial es o no muy importante. Porque del desarrollo de la comisión y de las revelaciones de los medios informativos durante estos dos meses largos se deduce todo lo que se deduce: no se han encontrado pruebas judiciales de la trama famosa, pero se han encontrado pruebas políticas más que suficientes sobre la misma. Al PP no le ha salido bien su denodado esfuerzo exculpatorio de sí mismo e inculpatorio de los demás. Pero eso no llegó a tiempo a la cena de Menorca, donde Aznar y los suyos se las prometieron felices, comieron perdices y nos dieron con la puerta en las narices.