La solución

RESPIRA uno mucho más tranquilo después de saber que el preclaro alcalde de Oencia se va a preocupar de poner paz en el seno del grupo popular en el Consejo Comarcal. Parece ser que don José Estanga, contagiado del buen rollito que se respira en la isla caribeña donde, según parece, se inspira para componer uno de esos inconmensurables trabajos discográficos con que nos regala periódicamente contra la incomprensión general pero sin que nadie lo remedie (cosas de los avances tecnológicos y de la libertad de mercado), ha regresado al Bierzo dispuesto a arreglar el conflicto de su partido del alma (con permiso de don Manuel) y para ello se dispone a evacuar consultas con sus electores, con las direcciones provinciales y regionales del Partido Popular, con su asesor espiritual y cabe la posibilidad que incluso con el ectoplasma de Elvis, que nada está de más dado lo espinoso del asunto. Y es que pese a que se ha contado con él en el complejo organigrama del Consejo Comarcal del Bierzo como vicepresidente de la Comisión de Medio Ambiente -cargo idóneo dadas las aficiones cinegéticas del señor Estanga y su profundo conocimiento del sector de las canteras-, no acaba el alcalde de Oencia de comprender qué hacen los suyos votando a esa banda de rojos que ni siquiera saludan marcialmente a la bandera, y mucho menos acordando con los social-comunistas, sueldos «de ministro» (sic), ligeramente por encima del Salario Mínimo Interprofesional. Pero todos tranquilos, que vuelve Estanga con sus andares vaqueros dispuesto a sentar a Beatriz y a Fátima en la misma mesa, de la que no se levantará hasta ponerlas de acuerdo, aunque para ello tenga que cantarles al piano del amanecer todo su repertorio.