CRÓNICAS BERCIANAS
Cargos de regional, sueldos de primera
DICE el presidente del Consejo Comarcal del Bierzo que al fin y al cabo el tema de los sueldos, el suyo en particular, a la gente le importa dos pimientos. ¡Pues ya tiene otro problema a mayores de los que le atormentan desde su llegada al cargo! Y es que o no las huele, o no sale a la calle, o no lee las cartas al director de los periódicos. De lo contrario, conocería cuánto interesa -tal vez indigna- su salario de 50.000 euros anuales a los administrados de esta comarca. Ricardo González Saavedra tiene razón, en cambio, cuando asegura que sólo se fijan en su sueldo y no en el de otros alcaldes. Como los de Ponferrada o Bembibre, con los que él se comparó en el último pleno de la institución. Pero la respuesta también podría encontrarla en la calle, o simplemente repasando cuáles son los presupuestos anuales de los dos ayuntamientos mencionados y cuáles los del Consejo Comarcal del Bierzo. Cuáles son los servicios que presta a la ciudadanía cualquier administración local o mancomunada y cuáles son los que ofrece la institución comarcana. El Consejo del Bierzo será más respetado ni más estimado por los contribuyentes en una relación directamente proporcional al sueldo de sus responsables. El Consejo Comarcal debería llenarse primero de competencias y servicios como justificación de una nómina que entonces, acaso, sí que debiera ser mayor que la de cualquier regidor municipal, incluidos los de Bembibre y Ponferrada. El tamaño del sueldo de González Saavedra no está por ahora en consonancia con la dimensión pública del Consejo, aunque la institución empiece a ser conocida precisamente por los bercianos por los tejemanejes políticos que se están sucediendo en su seno. Hay presidentes de clubes de fútbol que cobran el 1% del presupuesto de su sociedad anónima deportiva. Si los criterios que han primado en el Consejo fueran aplicables al mundo del balompié probablemente el presidente de la Ponferradina -imaginémosla en Primera- debiera percibir lo mismo que el del Deportivo o el del Valencia. Pero aún podría ser peor... Si nos atenemos al razonamiento de la portavoz socialista del Ayuntamiento de Ponferrada, Charo Velasco, que cree que ningún político puede ganar menos en un cargo de lo que ganaba en su negocio o empleo particular, probablemente a partir de las próximas elecciones en la capital berciana habrá que pedir a los candidatos que en las fotografías de campaña aparezcan con la nómina entre los dientes. No vaya a ser que se presente un magnate de la construcción, un abogado o un arquitecto de fortuna, y que sus gestiones municipales nos salgan por más de seis mil o siete mil euros al mes. Más que nada, porque luego no digan que al haber dejado su trabajo en pro del bien común pueda acabar pidiendo limosna en Lazúrtegui. De todos modos, lo que más molesta al administrado no creo que sea la nómina de Saavedra, sino las necias comparaciones que se están realizando en torno a una institución que ojalá algún día tenga que repartir sueldazos por el trabajo que genere su gestión.