Bajo el alud del PP

EL PSOE PARECE enterrado estos días bajo el alud mediático del PP, que vive «un momento álgido», en expresión de una personalidad socialista a la que avergonzaría negar una evidencia. Frente a la euforia popular, plenamente justificada, el PSOE estaría padeciendo el desplome más o menos circunstancial de sus hasta hace tres meses risueñas perspectivas electorales. Los socialistas más lúcidos, no todos en el equipo de Rodríguez Zapatero, culparían en cierto modo de la actual situación del partido al hecho de haber puesto a repicar las campanas sin otra celebración que la de unos sondeos favorables. Se siente obligado el PSOE a sacar la cabeza del alud mediático 'popular' y a contrarrestar el momento álgido de su adversario mediante la receta del «trabajo duro, serio y constante» y la corrección de algunas estrategias políticas. Lo esencial en estas circunstancias es vencer en las próximas elecciones autonómicas de Madrid, que habrán de repetirse por la defección de dos diputados socialistas. Y ante esas elecciones, abundan las críticas internas del partido por el error de haberse apuntando en la comisión investigadora de la Asa mblea madrileña a un objetivo que no era el esencial. Las sesiones de la comisión se centraron, por los portavoces socialistas, en la fronda de los intereses urbanístico/inmobiliarios del PP cuando lo fundamental se reducía a que «alguien quiso imponer lo que no era», es decir, a modificar antidemocráticamente el resultado electoral, como afirma una voz autorizada del PSOE, aunque no vinculada a la sede de Ferraz. Hoy se reúne en Madrid el comité federal del PSOE para, entre otros asuntos, aprobar el documento autonomista y reformador consensuado hace seis días en Santillana del Mar por los presidentes socialistas de comunidades autónomas. También se dará el visto bueno a la candidatura de Simancas a las elecciones de Madrid. Y el domingo celebrará el partido un acto multitudinario en la plaza madrileña de Vista Alegre, en el que todos los presidentes autonómicos del PSOE, más los futuribles, refrendarán con ceremonial político el modelo de participación de las autonomías en el Estado, un proyecto totalmente fiel al marco de la Constitución. Pero no es fácil respirar bajo el alud mediático del PP.